Horas después de justificar en el brindis navideño en la Rosada la represión de las protestas contra la reforma previsional y reclamar a la Justicia que los manifestantes sigan detenidos, Mauricio Macri hizo anoche una fuerte defensa de la ministra de Seguridad. "Se rompe el alma, hay que tener coraje para enfrentar el narcotráfico como lo hace ella, lo está haciendo bien", dijo de Patricia Bullrich. También pidió cuidar a “nuestros policías”, y volvió a cargar las tintas contra quienes se enfrentaron con los uniformados y a decir que tiraban piedras con intención de matarlos.

Antes de volver a irse de vacaciones dos semanas, el Presidente le dio una entrevista a Animales sueltos. Habló de la reforma previsional y del papel de los gobernadores peronistas que le permitieron al Gobierno imponer el recorte de los haberes jubilatorios, de la situación económica, de la marcha de su gestión, de la persecución a funcionarios del kirchnerismo, del submarino ARA San Juan y de su futuro político. “No es el momento de debatirlo”, dijo sobre su posible reelección, aunque aseguró saber desde que llegó a la presidencia que “tenía que estar comprometido, si los argentinos lo consideran, a seguir cuatro años más”.

El mismo día de la aprobación de la reforma previsional, Macri salió en defensa de las fuerzas de seguridad que reprimieron en el Congreso y anoche volvió a hacerlo. "Espero que cuidemos a nuestros policías. No puede ser normal una sociedad en la cual intenten matar a los policías tirándoles piedrazos, porque tirar un piedrazo de ese tamaño es un intento de asesinato", señaló.

También afirmó que ninguno de los manifestantes que estuvieron en las masivas movilizaciones contra el ajuste a los jubilados “fue ahí solito” y le puso otra cuota de presión a la Justicia: “Queremos saber quiénes son.”

Más temprano ante los periodistas acreditados en la Casa de Gobierno, Macri se había manifestado en la misma línea que el fiscal Germán Moldes, para quien existe un “festival de liberaciones” por responsabilidad de “malos jueces enrolados en la dañina doctrina del garantismo”, sin repudiar en ningún momento la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad, ni las detenciones al voleo. Tampoco lo hizo frente a las cámaras de televisión, sino que por el contrario reivindicó a Patricia Bullrich, de quien aseguró que “se rompe el alma” en la lucha contra el narcotráfico.

En el primer intento por aprobar la reforma previsional, el jueves de la semana pasada, Bullrich militarizó el Congreso con la Gendarmería apoyada por la Policía Federal. Efectivos de esas dos fuerzas a cargo de la ministra reprimieron en forma salvaje a los manifestantes. Macri lo omitió en su intento de dejarla a salvo con el argumento de que "en la Ciudad los que se ocupan de la seguridad son ellos, por eso la trasferimos". La Policía de la Ciudad se ocupó solo del segundo operativo, cuando en la Casa Rosada decidieron correr de la escena a Bullrich, y también reprimió brutalmente a los manifestantes.

Macri sí tuvo reproches para los gobernadores que habían comprometido los votos de sus legisladores para la reforma previsional y luego no consiguieron alinearlos.  "Hay gobernadores que cumplieron los compromisos firmados y a algunos les digo que si se firma un compromiso es para cumplirlo”. “ Me molestan los que mienten o los que especulan y no cumplen la palabra", rezongó el Presidente, quien a pesar de que los números indican lo contrario insistió que a partir del cambio en la fórmula de cálculo de los haberes  los jubilados van a estar mejor.

A favor del ajuste, Macri llamó también a los argentinos a ir "internalizando que aquellos gobernantes que gastan mucho más de los impuestos que nosotros pagamos son malos gobernantes". Dijo, además, que con su modelo económico “nos ha ido bien”, que "nos dejaron un déficit alto con los impuestos más altos de la región” y que la Argentina "estaba yendo a una crisis como la del 2001".

"La prisión preventiva es una herramienta delicada y tiene que ser muy bien evaluada", señaló Macri a propósito de la situación judicial de los funcionarios del anterior gobierno, y si bien aseguró que no tiene nada que ver con lo que está ocurriendo en Comodoro Py dejó entrever su bajada de línea a la Justicia. “El único mensaje que he transmitido es que no quiero más impunidad”, admitió y por si fuera poco destacó que “es algo bueno que después de tantos años de impunidad se empiece a acabar”.

Por la desaparición del ARA San Juan y el modo en que su gobierno manejó el tema no hizo ninguna autocrítica. “Son cosas que pasan y son inexplicables”, buscó deslindar la responsabilidad y aseguró entender “el dolor” de las familias de los 44 tripulantes. Su mensaje para los familiares fue: “Recuerden lo mejor de cada uno de ellos, son héroes de la patria."