El acuerdo para el intercambio de información financiera y tributaria con Suiza entrará en vigencia a partir del 1º de enero de 2018. Junto con Estados Unidos y Uruguay, Suiza es uno de los destinos predilectos por los argentinos para ocultar sus patrimonios. El esquema desarrollado no garantiza identificar a la totalidad de los evasores que recurren a ese país para ocultar sus patrimonios pero representan un avance frente al escenario vigente. El primer flujo de información llegará recién después del primer semestre.  Durante el blanqueo de capitales fugadores y evasores locales declararon inversiones en la guarida fiscal europea por 14.300 millones de dólares. Desde Suiza provino 1 de cada 4 dólares regularizados durante el “sinceramiento”. Las 4040 cuentas no declaradas con 3500 millones de dólares abiertas por contribuyentes argentinos en el HSBC de Ginebra ofrecen otra muestra para los abusos canalizados a través de esa plaza financiera offshore. El blanqueo arrojó que en el sistema bancario suizo se alojan, por lo menos, 8300 millones de dólares que representaron el 32 por ciento de todas las colocaciones exteriorizadas alrededor del mundo.