Las exportadores de cereales, oleaginosos y derivados liquidaron el año pasado 21.399 millones de dólares en el mercado cambiario, un 10,5 por ciento menos respecto de 2016, pese a la cosecha record que se registró en ese ejercicio. La cifra fue informada ayer por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC). Es el monto más bajo de los últimos ocho años, con excepción de 2015 cuando había alcanzado los 19.963 millones de dólares y que respondió a una fuerte pulseada del sector con el Gobierno en vísperas de las elecciones presidenciales. El menor ritmo de liquidación de 2016 se conoce cuando comienza a hacerse efectiva la baja de 0,5 por ciento mensual de las retenciones a la soja y subproductos, que regirá desde este mes hasta diciembre de 2019, que implicarán para el Estado la pérdida de unos 20.000 millones de pesos de recaudación anual. El Ministerio de Agroindustria comunicó la vigencia de la rebaja para, según afirma, darle competitividad y previsibilidad al sector. El titular de la AFIP, Alberto Abad, aseguró que este año se retuvieron 4 millones de toneladas más que el año pasado y que el resultado fue que la recaudación por ese canal fue un 7,5 por ciento menor (ver aparte). 

La primera poda en retenciones, que incluyó a todos los granos, menos la soja que se redujo en cinco puntos, las mineras y la industria fue a principio de 2016 y le significó al fisco 70.000 millones de pesos menos de recaudación, equivalentes a 1 punto del PIB. Esta transferencia de recursos al sector más concentrado de la economía potenció el desequilibrio del déficit fiscal de ese año. En contraposición, el Gobierno transfirió el ajuste a la población, tomó deuda para compensar el menor ritmo de ingreso de divisas genuinas y ahora, con la reforma tributaria, aumento impuestos internos que impactan en el bolsillo de los asalariados. En este marco el equipo económico de Cambiemos redobla la apuesta e inició una quita escalonada (todos los meses durante dos año) de las retenciones a soja y derivados.

“La iniciativa deberá aplicarse a partir del primer día de cada uno de los meses comprendidos, de manera de continuar disminuyendo los derechos de exportación aplicables a dichas mercaderías. De esta manera, los derechos de exportación para la soja serán del 18 por ciento en diciembre del 2019 y para los subproductos del 15 por ciento”, señala el comunicado de la cartera de Agroindustria, que conduce el empresario ruralista Luis Miguel Etchevehere. Actualmente, la soja tributa 30 por ciento y el año pasado se restó cinco puntos porcentuales a los productores de oleaginosa de la campaña anterior, correspondientes a las provincias incluidas en el Plan Belgrano. El costo fiscal de la medida está en torno a los 20.000 millones de pesos para este año, de los cuales 6000 millones de pesos dejarán de recibir las provincias por del Fondo Federal Solidario, que distribuye el 30 por ciento de las retenciones a la soja.

Paradójicamente el comunicado oficial destaca que esas medidas impositivas le permitieron al sector “alcanzar un récord histórico de 137 millones de toneladas de granos”, cifra confirmada por la Ciara-CEC. Sin embargo, pese a esa cosecha record la liquidación de divisas por parte de este sector fue la más baja desde 2009 y retrocedió 10,5 por ciento contra 2016. En el sector aseguran que la menos liquidación responde a la baja de los precios de los principales granos y a un retroceso en la producción de la soja y sus derivados. También reconocen que hubo acopio equivalente a un 32,7 de la producción, lo que responde a la eliminación de la obligación de liquidar las divisas en un plazo determinado. El macrismo llevó ese límite de los 30 días que existían al asumir hasta los 10 años, última prórroga que aplicó el Gobierno. 

Según un informe de la Consultora Intagro, la quita gradual de retenciones, la expectativa de devaluación y el tradicional uso del grano como reserva de valor son los principales motivos del acopio de los productores, que calcula en unos 15,1 millones de toneladas de soja de la última cosecha. Abad no precisó el monto total pero reconoció que este año los productores retuvieron al menos 4 millones de toneladas más que en 2016.