El dólar cerró ayer en 18,76 pesos, con una baja del 1 por ciento respecto de la cotización del viernes. La divisa comenzó el año con una merma de precios, tras el record de 19,46 pesos anotado la semana pasada. Hubo distintos movimientos que explican la menor presión en la plaza cambiaria. En los últimos días del año, muchos inversores suelen comprar divisas y dejarlas depositadas en las entidades financieras para evitar el pago de bienes personales. Con el inicio del nuevo año, vuelven a rearmar sus carteras y en el caso de algunos inversores esto implica salir a vender dólares para colocarse nuevamente en activos en pesos. Otro de los puntos es que la tasa de interés de corto plazo de las Lebac, si bien marcó cierta moderación, sigue generando ganancias extraordinarias, lo cual incentiva la llegada de capitales del extranjero para aprovechar la bicicleta financiera.

Las subas y bajas en la plaza cambiaria de los últimos días generaron un clima de fuerte incertidumbre en los mercados y provocaron una sobre reacción, con un tipo de cambio paralelo que llegó a cotizar cerca de 20 pesos. Los anuncios del equipo económico sobre la nueva meta de inflación potenciaron el descrédito del mercado sobre las posibilidades del Gobierno de moderar las remarcaciones y generaron expectativas de aceleración de los precios con caída de las tasas de interés para los próximos meses. Pese a esta primera interpretación, el dólar se redujo 70 centavos en las últimas dos jornadas hábiles y genera nuevamente malestar entre algunos consultores que aseguran que la apreciación cambiaria es explosiva. Comerciantes, si bien aseguran que se encuentran algo desconcertados sobre cuál será el recorrido del tipo de cambio en los próximos meses, ya avanzaron en remarcaciones preventivas.      

Los movimientos de compraventa de divisas fueron muy particulares en las últimas jornadas y hubo transacciones no habituales. Algunos bancos, por regulaciones internas enviaron fuera del país parte de su cartera de divisas a finales del año pasado, lo cual generó una baja de las reservas de casi 600 millones de dólares. Esta semana volvieron a ingresar los dólares de los bancos y generaron una suba de reservas en un valor casi idéntico. El Banco Central detalló que las reservas cerraron ayer en 55.732 millones de dólares, con alza de 677 millones respecto del viernes. 

Otra de las operaciones fuera de lo común que se rumoreó en la city ocurrió en la plaza de dólar futuro, en la que se ejecutó una orden de un solo cliente por valor de 250 millones de dólares. Se trata de una cifra muy importante para llegar de una única cuenta si se tiene en cuenta el volumen total que mueve el mercado de futuros (1000 millones diarios).

Los capitales financieros siguen apostando por la apreciación y la tasa de interés, pero los hombres de negocios dedicados al complejo agroexportador apuntan cada vez más a una corrección de la divisa. La cosecha fue record en 2017, pero la liquidación por exportaciones de cereales, oleaginosas y sus derivados anotó un retroceso del 10,5 por ciento el año pasado respecto de 2016. Los datos fueron informados por la cámara que agrupa a industria aceitera Ciara. La campaña, si bien no están los datos finales, sumó en torno a 130 millones de toneladas, un record de producción (ver nota aparte). 

En lo que refiere a la bolsa, se registró un alza del 3,6 por ciento y se alcanzó un pico de 31 mil puntos básicos. Este aumentó se explicó principalmente por el avance de las acciones del sector energético. La empresa Boldt anotó una disparadas del 16,1 por ciento y se destacaron además las subas del 8,5 por ciento de Central Puerto y de ese mismo porcentaje de Banco Hipotecario. Analistas bursátiles aseguraron que hay optimismo con el mercado local por la posibilidad que este año se concrete el paso de país fronterizo a emergente.