En el último día para hacer campaña, el Frente Amplio por la Soberanía cerró la con su manera alternativa y de bajo presupuesto, para llevar su prédica directo a la gente y en el barrio: La Verdulerita, la camioneta sobre la cual se montó Carlos Del Frade y quienes lo acompañan en la candidatura a diputado nacional, para vocear a marcha lenta y altoparlante su misión de llegar al Congreso para darle vigor a la trinchera opositora al régimen de La Libertad Avanza. El propio cabeza de lista expresó que abriga "ilusión" de poder ganar una banca entre las 9 que se ponen en juego el domingo.

De acuerdo a las proyecciones previas, si el FAS reedita la elección que puso a Del Frade como diputado provincial, 132.000 votos, el objetivo estará garantizado, según la afluencia de votantes. Otro cantar será a qué fuerza le prive la posibilidad de sumar un tercero o cuarto diputado. Pero ahí va el FAS, como en la vieja F100 que ayer bajo el solazo de la tarde partió desde Villa Banana y terminó en plaza Alberdi.

"Vivimos este momento con la mayor ilusión de todas las elecciones anteriores –enfatizó Del Frade–. Hemos logrado instalar que no se hable de tercios, sino de una cuarta fuerza real en la provincia. Eso nos emociona mucho, porque la gente nos dice que nos va a votar con alegría, y eso nos da esperanza".

Al paso de la caravana, los transeúntes descubrían la escena, escuchaban las propuestas en torno a trabajo digno, soberanía económica, justicia social y lucha contra la corrupción y el narcotráfico.

"Fue una experiencia muy cálida —meditó Sosa–. La gente se sorprende al vernos arriba de una chata, con un micrófono y una bocina casera, pero se acerca, escucha y charla. Es otra forma de hacer política, desde abajo".

Sosa, segunda candidata a diputada, enfocó el reconocimiento popular hacia Del Frade: “Hay mucho cariño, mucha gente que lo conoce por su trabajo como periodista y legislador, por su coherencia y por tocar temas que otros esquivan. Percibimos expectativas y esperanza incluso en votantes desencantados de otros espacios", dijo.

Al respecto, fue Del Frade el que marcó diferencias con sus competidores, incluso con los de Fuerza Patria, el otro espacio opositor al mileísmo. "Ninguna de las tres fuerzas tradicionales se anima a plantear ciertas cosas. No los escuché hablar de comercio exterior, ni de los trabajadores, ni de la reducción de la jornada laboral, ni de lo que pasa con los suicidios. Nosotros sí lo hacemos, porque creemos que esos temas definen el futuro de la Argentina", afirmó.

Vigoni, por su parte, valoró el sentido que procuraron imprimirle a la prédica de todo este tiempo. "No hicimos marketing, hicimos política con contenido. Carlos representa lo contrario al individualismo. Hablamos de trabajo, de cobrarle a los que más tienen, de los puertos, de quién se queda con las ganancias. Y también de lo que duele hoy: el endeudamiento, los casinitos en los barrios, la soledad, la ruptura de los lazos comunitarios".

Luego de bajarse de la camioneta, el referente del FAS valoró la campaña realizada. "Con bajo presupuesto hemos logrado más visibilidad que fuerzas que gastan millones. Lo notamos en la gente: hay recepción, hay alegría, hay esperanza. Nuestro objetivo es llegar a 150 mil votos para no dejar dudas y asegurar una banca nacional. Si repetimos los 132 mil votos de las provinciales, también estaríamos dentro. Pero lo más importante es que la gente siente que esta fuerza la representa, que puede haber otra política posible", se entusiasmó.