El ejército israelí reprimió ayer una protesta de jóvenes palestinos y mató de un tiro en la cabeza a uno de ellos, de 17 años (foto), al que acusó de estar armado, tras una redada en un pueblo al este de Ramalá, en la ocupada Cisjordania.
Al mismo tiempo que el ejército israelí informaba de la muerte del joven palestino, el Parlamento de Israel aprobaba la primera de cuatro votaciones necesarias para convertir en ley un proyecto que permitirá a los tribunales militares condenar, por mayoría simple, a pena de muerte en casos de “crímenes terroristas”, una figura usualmente usada contra atacantes y militantes palestinos.
“Será un medio de disuasión poderoso contra los terroristas, seguramente más eficaz que la destrucción de las casas de sus allegados”, argumentó el ministro de Defensa e impulsor del proyecto de ley, Avigdor Lieberman, durante el debate previo a la votación, que se saldó con 52 votos a favor y 49 en contra.
“Es hora de aplicar la pena de muerte para los terroristas en los casos más graves”, había declarado el primer ministro Benjamin Netanyahu durante una visita a la familia de tres colonos que fueron asesinados en el territorio ocupado de Cisjordania por un atacante palestino en julio pasado.
Actualmente la ley que establece la pena de muerte en Israel sólo rige más acá de las fronteras para ese Estado -es decir, no incluye a los territorios palestinos ocupados de Cisjordania y la Franja de Gaza- y únicamente para los delitos de crímenes contra la humanidad y traición.
La aprobación de esta expansión de la pena de muerte generará, según analistas, un mayor malestar entre los palestinos y elevará aún más la creciente tensión entre ambos gobiernos por las recientes medidas que tomaron Israel y su principal aliado exterior, Estados Unidos.
Por ejemplo, la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer Jerusalén como la capital de Israel desató una ola de protestas en Palestina y en todo Medio Oriente, y el peor intercambio de cohetes de corto alcance palestinos y misiles israelíes.
En Deir Nitham, Jóvenes de ese pueblo salieron a las calles a rechazar el avance del Ejército ocupante, lo que desató la represión militar. Según la Media Luna Roja local, un joven palestino fue herido en la cabeza y murió poco después en el hospital palestino Istishari.