El presidente estadounidense, Donald Trump, saludó ayer las señales recientes de apaciguamiento de las tensiones en la península coreana, y dijo que espera que el diálogo previsto entre los dos países vaya “más allá” de los Juegos Olímpicos de invierno en Corea del Sur.

Las declaraciones de Trump ocurrieron poco después de que Corea del Norte anunciara la “probable” participación de sus atletas en esos juegos, organizados del 9 al 25 de febrero en la ciudad surcoreana de PyeongChang.

“Me encantaría verlos llevar (las conversaciones) más allá de los Juegos Olímpicos. En el momento apropiado, nosotros nos involucraremos” en esas discusiones relanzadas tras dos años de fuertes tensiones marcadas por tres ensayos nucleares norcoreanos y varias pruebas misilísticas, añadió Trump.

El presidente de Estados Unidos se atribuyó el mérito del deshielo, que dijo era resultado de sus “fuertes declaraciones” contra Kim Jong-Un y dijo que espera dialogar con el líder norcoreano para “llegar a una solución muy pacífica”. Trump respondió a los ensayos norcoreanos alternando sanciones económicas, presiones diplomáticas, amenazas –se comprometió en la tribuna de la ONU a “destruir totalmente” Corea del Norte en caso de ataque de Pyongyang– e insultos hacia Kim, al que tildó de “pequeño hombre cohete”.

“(Kim) sabe que yo no estoy jugando... ni siquiera un poco, ni siquiera un uno por ciento. El lo entiende”, dijo a periodistas. Pero “si algo puede pasar y algo puede resultar de esas pláticas, eso sería una gran cosa para toda la humanidad. ¡Eso sería una gran cosa para el mundo!”, insistió.