Desde Santa Fe.

Militantes de la generación intermedia del Partido Socialista advirtieron que la Argentina vive una agenda urgente que obliga a las fuerzas políticas del campo nacional a construir lo antes posible una alternativa ante el neoliberalismo y el bloque hegemónico que sostiene a Mauricio Macri. La construcción de nuevas confluencias políticas con un fuerte contenido social debería ser en términos contrahegemónicos y por lo tanto, con el poder necesario para frenar el avance brutal de la derecha que disfraza las políticas de ajuste, endeudamiento y exclusión con un falso relato republicano, despoja el pueblo trabajador y promueve la transferencia obscena de recursos hacia las arcas del capital concentrado.

El planteo está escrito en un documento al que accedió Rosario/12. Sus autores lo llamaron Fuerza del Territorio (FDT) porque identifica al espacio que los convoca como cuadros políticos, técnicos y referentes territoriales. Uno de sus firmantes contó que el grupo está organizado. Surgió del encuentro de militantes jóvenes que se dedican a la construcción en el territorio, desde los barrios de Rosario y Santa Fe hasta los municipios y comunas de la provincia. No tenemos padrinos políticos, dijo al tomar cierta distancia de Miguel Lifchitz y Antonio Bonfatti. Lo que nos aglutina es una cuestión generacional y la mirada compartida sobre la difícil realidad de los territorios que el documento califica como desgarradora. Al parecer, la militancia del PS comienza a sacudirse el antiperonismo.

El documento coincide que hay dos modelos en pugna en la Argentina. Y plantea la necesidad de desalojar al bloque hegemónico que sostiene a Macri, con una construcción política contrahegemónica. Luego de dos años en el gobierno, Cambiemos ha hecho de su organización política el epicentro de los grandes grupos económicos del país, cuyas convergencias y tensiones son proyectadas a toda la sociedad, permeando en la clase media y logrando una eficiente gravitación en los sectores populares.

 

"No tenemos padrinos políticos. Lo que nos aglutina es una mirada compartida de la realidad desgarradora".

 

Ante el duro diagnóstico de la situación política, social y económica del país, ¿qué hacer, se pregunta. ¿Cómo contrarrestar el discurso de un gobierno neoliberal que parece tener allanado  en la opinión pública y el Congreso  el camino para seguir profundizando el ajuste sobre el pueblo trabajador, realizando una transferencia obscena de recursos hacia las arcas del capital concentrado.

Comprender en toda su dimensión los mecanismos de reproducción del poder real en la Argentina actual, implica un profundo diagnóstico de la situación social, económica y política en términos contrahegemónicos, agrega.

La propuesta es construir un Frente Territorial, Progresista y Popular. Así lo llaman. La referencia a la militancia territorial no es antojadiza ni azarosa, es un  posicionamiento político que se expresa con total convicción de apertura hacia la construcción de nuevas confluencias políticas, con un fuerte contenido social.

La desgarradora realidad que se vive en los territorios, signada por el egoísmo, el marketing político y la alienante dependencia tecnológica, requiere de acciones de unidad y convergencia de la militancia, insiste. Es de vital importancia aprender a sumar a todos aquellos que comparten el diagnóstico y la vocación de servicio por una transformación de las condiciones de vida del otro. Vecinalistas, comerciantes, referentes sociales, sindicalistas, docentes, profesionales del campo social. Dirigencia y bases tienen la oportunidad y el deber de ser parte de un colectivo que desde el trabajo barrial pueda enfrentar las políticas de ajuste del gobierno nacional.

El debate es ahora, plantean. Ninguna mordaza podrá acallarlo ni apaciguarlo, emerge con fuerza desde las convicciones socialistas. Y enfoca las coincidencias frente al avance brutal de la derecha que disfraza políticas de ajuste, endeudamiento y exclusión con un falso relato republicano. Es amplitud y coherencia ideológica los que nos demanda el presente del país, una convocatoria plural guiada por un fuerte compromiso colectivo de estudio de la realidad, objetivos y acciones comunes en el trabajo territorial.

Hoy el socialismo tiene la oportunidad de reafirmar sus postulados, resignificar su historia y aportar líneas programáticas de gobierno para la construcción de un nuevo espacio social y ciudadano, donde puedan converger actores políticos, económicos y organizaciones de base, para poder enfrentar el proceso político que se avecina. Es necesario asumir con valentía, la responsabilidad histórica de elaborar una nueva herramienta política y establecer las bases de un proyecto de país que contenga y represente al tercio de los argentinos que viven en la pobreza, con un alto índice de necesidades básicas insatisfechas y vulneración de derechos, concluyó.