Con la intención de recopilar testimonios que permitan discutir el año audiovisual, Rosario/12 invitó a cuatro referentes.
Las preguntas fueron:
1‑ ¿Qué impresión le merece el año transcurrido?
2‑ De cara a la situación nacional, ¿cómo estamos posicionados?, ¿cómo ve el panorama por venir?
3‑ ¿Cuáles producciones elige destacar?
4‑ ¿Qué acciones habría que impulsar?
Gastón Soso
Presidente de la Cámara de Empresas Productoras de la Industria AV de Rosario.
1‑ En términos productivos se consolidó un parate que venía presentándose de manera más tímida desde el año anterior. El sistema de medios públicos nacional completo desatendió la producción en todos sus órdenes y en consecuencia miles de trabajadores y cientos de productoras en todo el país se congelaron en estos dos últimos años y en particular en el que estamos terminando de transitar. Sobre el final del mismo estamos asistiendo a un desmantelamiento flagrante de EDUC.AR (Encuentro, PakaPaka, DeporTV) con despidos voluntarios masivos y producción original nula, así como también los anuncios de crédito cero para el año que viene por parte del Incaa configuran un futuro sombrío. Si pudiéramos rescatar algo positivo estaría relacionado a la voluntad gregaria de los actores más damnificados del sector que de a poco van decidiendo agruparse en asociaciones, cámaras o agrupaciones, que les den cobijo y sentido en un marco tan adverso.
2‑ A nivel local no podemos dejar de sentir el embate. Lo que podemos rescatar a nivel local es que paralelamente al desesperanzado panorama nacional, aquí logramos ciertos avances que ayudan a mantenernos en pie. Un ejemplo concreto fue la exención de ingresos brutos que el gobierno de nuestra provincia decretó para el sector. Por otra parte se mantienen activas las líneas de incentivo como Espacio Santafesino aunque cabe destacar que un sector productivo no puede gestionarse casi exclusivamente en función de estos aportes y precisa de un sistema de medios públicos demandante, creciente y comprometido con la generación de material audiovisual.
3‑ Elijo destacar la pasión con la que el sector, contra viento y marea, está intentando sostenerse, reinventarse, aprender cosas nuevas para subsistir, ser mejores y estar preparados para los embates que podamos encontrar en el camino. Desde la Cámara, por ejemplo, tomamos el compromiso de ayudar a los realizadores y casas productoras de la ciudad a crecer en el manejo empresarial de sus emprendimientos, y este año realizamos una jornada de capacitación muy exitosa en el mes de octubre. Un encuentro donde asistieron más de treinta personas que se llevaron una serie de conocimientos y mecanismos para reforzar o establecer sus gestiones comerciales desde un lugar más sólido.
4‑ De cara al futuro entendemos que hay que trabajar duro en la declaración de industria para el sector productivo audiovisual, para así ofrecer herramientas sólidas y duraderas que fomenten su crecimiento sin depender tan intensamente de las gestiones de turno. Creemos que fortaleciendo los recursos disponibles para el crecimiento de este tipo de emprendimiento el sector no sólo producirá más y mejor sino que asegurará fuentes de trabajo a futuro, consolidando un sector que tracciona a muchos otros como turismo, transporte, servicios, etc.
Jesica Aran
Realizadora, guionista, docente.
1‑ Ha sido un año donde se ha hablado mucho de recortes en el Incaa, algo que me ha generado gran desconcierto e inseguridad, puesto que hablar de recortes implica hablar de menos inversión, menos proyectos, menos puestos de trabajo y menos cultura.No podría hablar del real impacto de dichos recortes, pero sí de la sensación que provocó en el sector, la cual fue de desconcierto e inseguridad. Me pareció percibir menos producciones, en Rosario al menos. No escuché hablar de producciones en curso, o escuché menos en todo caso. A pesar de esto, con AVI Films estamos trabajando en un proyecto grande, una serie llamada Tierra de Nadie que por suerte resultó ganadora en un concurso del Incaa. Recortes por un lado, mejoras por el otro. En lo personal, este año me hizo ver que no se puede ni se debe depender del Incaa para impulsar los proyectos. No porque el Instituto no deba cumplir esa función tan importante, sino porque si uno basa su carrera en algo que depende exclusivamente de las políticas de los gobiernos de turno, el camino puede ser difícil e inconstante. Y a la larga cansador y desmotivador. Termino el 2017 mirando hacia afuera, porque creo que las fuentes de inversión económicas, al menos para los proyectos que vengo pensando con el equipo de AVI Films (Francisco Matiozzi, Carolina Medina y Juan Lombardi), precisan de inversiones y co‑producciones extranjeras.
2‑ Está claro que el Incaa intenta sumar al sector privado al juego, y me parece excelente que fomente y habilite espacios. Así nos pasó en Ventana Sur, donde tuvimos la suerte de tener reuniones One‑on‑One con Netflix, Amazon, Fox y Directv. Presentar proyectos a estas casas creo que hoy debería ser el objetivo actual de cada realizador. Además, hay que comenzar a atraer inversiones desde afuera para incrementar no sólo la calidad de los contenidos, sino también para mejorar las condiciones laborales. Esto se logra con el correcto número de dinero para cada presupuesto, y esos números los tienen las productoras mencionadas. En Ventana Sur escuché hablar por primera vez de contenidos regionales y pan‑regionales, y la verdad que al equipo con el que trabajo nos abrió la cabeza.
3‑ Me parecen destacables las producciones rosarinas como Postres (serie web de Nicolás Méndez) y Umbral de Claudio Perrin, que han logrado su realización a pesar del duro año que ha atravesado el país manteniendo un piso técnico y de calidad humana, a pesar de las vicisitudes.
4‑ Creo importante fomentar desde el Incaa el impulso a primeras producciones, esa debería ser una de las funciones principales del Instituto, además de incentivar el desarrollo de proyectos que claramente necesitan inversión extranjera. Hay que traer a la mesa a las grandes networks que hoy más que nunca están a la caza y pesca de contenido original. Capacitar y actualizar a los realizadores en las nuevas formas de producción, formas de venta y desarrollo me parece fundamental. La guerra en el futuro la librarán las grandes OTT tentando al espectador con películas, series, programas originales y nosotros seremos los proveedores de dichos contenidos.
Pablo Romano
Realizador, productor.
1‑ Hay una frase de Tácito que resume muy bien los tiempos que estamos viviendo: "Los romanos hacen un desierto y lo llaman paz". Bajaron por decreto la ley audiovisual apenas asumió el gobierno de Cambiemos. Una ley que tenía problemas pero era por lejos mejor que la ley de la dictadura. También han vaciado los canales públicos como Pakapaka y Encuentro. Ahora el gobierno autorizó a Cablevisión a fusionarse con Telecom; eso quiere decir que controlará TV por cable, Internet, telefonía móvil y telefonía fija. El llamado cuádruple Play. La política de concentración de medios de comunicación que está implementando el gobierno nacional es peligrosa para cualquier democracia. Nunca en la historia hubo tantas pantallas y dispositivos para acceder a contenidos audiovisuales pero cada vez más están en pocas manos las decisiones de programación. Al final, ese proyecto siniestro y totalitario que fue el stalinismo y que tan bien describió George Orwell en 1984, comienza a cumplirse con un gobierno liberal.
2‑ La provincia de Santa Fe ha quedado aletargada en el panorama nacional. Provincias como Mendoza y Córdoba en los últimos años crecieron mucho y eso se debió a políticas potenciadoras, claras y precisas en el sector audiovisual. En Santa Fe hay proyectos muy importantes de parte del Ministerio de Innovación y Cultura como el programa Espacio Santafesino; pero desde hace unos años quedó estancado desde lo técnico y monetario. De todas maneras es para rescatarlo, así como programas del Ministerio de la Producción del Gobierno de Santa Fe que también se hizo eco de reclamos del sector y nos considera un interlocutor válido. Falta todavía implementar en lo real la exención de ingresos brutos al sector que fue anunciado a principio del 2017.
3‑ Triple crimen dirigida por Rubén Plataneo me pareció una película tremenda. Desarrolla una trama compleja y lo hace con sencillez. Desde el lenguaje incursiona y se aventura por caminos soñados y riesgosos para cualquier cineasta, que es construir un universo singular. Vuelve horror la naturalización que han hecho los gobiernos y la sociedad de los llamados ajustes de cuentas, y lo hace con belleza, con lenguaje. La película es una crítica al capitalismo. Una pregunta inquietante y perturbadora queda flotando en el espectador entre tantas otras: ¿Quiénes o qué ajusta cuentas con los jóvenes muertos de Rosario? Y de alguna manera esa pregunta surca como una flecha hacia Umbral dirigida por Claudio Perrin sobre un linchamiento en la vía pública; como a la cantidad de femicidios en el país y esa aventura en forma de ensayo audiovisual apurado por las circunstancias que es Binaria de Carolina Rímini y Gustavo Galuppo. Otra película singular y muy importante aunque no sea de la región es Nadie nos mira, de la rosarina Julia Solomonoff, por la mirada riesgosa y poliédrica con la que ilumina al espectador. Hay que ser agradecidos con las bellas películas.
4‑ Que sea declarada industria el sector en Santa Fe y lograr la ley audiovisual provincial. Impulsar el programa Espacio Santafesino con mayor presupuesto así como examinar cuestiones técnicas de los llamados. También formalizar el Corredor audiovisual en la provincia. En definitiva, una política integral de fomento a la industria audiovisual.
Francisco Pavanetto
Realizador, guionista, docente.
1‑ En general fue un año nefasto, también para el cine,como generación de trabajo y como huella identitaria de cualquier sociedad. Un año de pura operatoria usurera, con el único propósito de quedarse con los fondos que financian la producción audiovisual nacional. Nunca nadie se había atrevido a tanto. Hacer desaparecer al cine. O en su mejor versión, la versión oficial, simplemente interrumpir durante un año su cadena de producción. Hace dos años vivimos la derogación por decreto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Hace tres semanas discutíamos sobre el desfinanciamiento a la producción audiovisual para el 2018, hoy desayunamos con la desaparición de la TDA. Estamos frente a algo inédito: el no‑cine, la no‑producción, la no‑cultura.
2‑ La provincia de Santa Fe viene fortaleciendo una estructura de fomento que permite impulsar y sostener una generación provincial de contenidos audiovisuales. Esto sería insuficiente sin las políticas nacionales que desde el Incaa y la TDA permitieron un desarrollo federal. Pero el crecimiento sostenidode los últimos años se vio ferozmente contrapuesto por el rumbo que tomaron las políticas nacionales. No soy optimista, el gobierno nacional sólo abreva de políticas coherentes con una idea de reducción del estado yuna agenda de vaciamiento cultural. Esto es crítico porquesi no hablamos nosotros sobre nosotros mismos existe el riesgo de ser hablados por otros. Es la diferencia entre Pakapaka y Disney Channel, entre cualquier miniserie de la TDA y Moisés y los diez mandamientos. La transnacionalidad del contenido está bien, pero debe coexistir con las voces propias. Sin federalismo hay vaciamiento ideológico y cultural. En resumen, no creo que en 2019 las cuentas cierren y aparezca el presupuesto correspondiente, en tal caso no creo que se perciba una indexación acorde a la inflación; no creo que los documentalistas recuperen los fondos y vías eliminadas para su desarrollo; no creo que resurjan políticas de contenidos culturales, mucho menos políticas de antimonopolios; no creo que haya alternativas laborales para los cientos de trabajadores audiovisuales despedidos. A corto plazo, todo puede empeorar, ya que este gobierno sólo concibe la cultura como una mercancía.
3‑ Elijo un medio antes que una producción: la web. Encuentro en este soporte un canal masivo que permite libremente explorar temáticas y formas narrativas sin miramientos. Lo advierto como un espacio de resistencia para aquellas voces y necesidades que no podrían canalizar los medios tradicionales.
4‑ Habría que desandar, para empezar. Yo creo en las políticas de estado que impulsan la cultura y abogan por federalizar las voces. A nivel nacional la Ley de Medios Audiovisuales era un gran ejemplo. Habría que recuperarla y conseguir su completa implementación.En lo provincial, la reciente decisión de eximir de ingresos brutos al sector audiovisual es una política que reconoce a la comunidad como una incipiente industria, a la vez que moviliza economías colaterales.Este año, en la ciudad de Santa Fe han presentado un proyecto de ordenanza que establece la creación de un fondo destinado exclusivamente a la producción audiovisual.