La entrega de los premios Globo de Oro fue ayer la coronación de la lucha por la paridad de género y contra los abusos sexuales iniciada por un amplio grupo de actrices de Hollywood, cuyas cruzadas también se vieron reconocidas en la premiación con "Big Little Lies" y "The Handmaid´s Tale", como grandes ganadoras de la jornada. En el año del movimiento “#metoo” y el “efecto Weinstein”, que destapó años de abusos contra las mujeres en la industria de Hollywood, la alfombra roja se tiñó de luto en símbolo de repudio y el escenario de discursos cargados de reivindicaciones feministas.    

“Ya no somos la historia al margen, nosotras somos la historia, escribimos la historia”, sentenció Elisabeth Moss al recibir la estatuilla a mejor actriz dramática por “The Handmaid´s Tale”, que relata la historia de un Estados Unidos distópico en el que la sociedad ha virado hacia una teocracia dictatorial dirigida por hombres y en la que las mujeres son sometidas como en la antigüedad. La miniserie, que originalmente se vio en Estados Unidos por la plataforma Hulu y que en Argentina podrá verse desde marzo por Paramount Channel, también recibió el premio a mejor mejor serie dramática. 

"Big Little Lies", la historia en la que tres amigas se unen para decir "basta" ante los abusos que viven, fue la otra gran ganadora de anoche, algo que se espera tras barrer con todos los premios Emmy en septiembre pasado. Uno de los galardones que se llevó la serie de HBO fue el de mejor actriz en una miniserie para Nicole Kidman.  "Este personaje que hice representa algo que es el centro de la conversación ahora mismo: el abuso. Creo y espero que podamos generar cambio a través de estas historias", arengó desde el escenario. 

Otro de los discursos emotivos de la noche lo dio Oprah Winfrey, la histórica animadora de la televisión norteamericana que fue reconocida por su trayectoria. "Somos celebrados por las historias que contamos y este años nos hemos convertido en la historia", celebró la conductora el valor de las actrices de la industria que salieron a contar sus historias de abusos. "Durante demasiado tiempo, las mujeres no han sido escuchadas o no se les ha creído si se atrevían a contar la verdad sobre estos hombres. ¡Pero su tiempo ha terminado!", destacó y agradeció por el porvenir: "Por lo que quiero que todas las niñas que estén viendo esto sepan ¡que hay un nuevo día en el horizonte!".

Se sabía que el domingo de Beverly Hills estaría marcado por el “efecto Weinstein”, ya que era la primera gran cita de la industria audiovisual desde que estalló la ola de denuncias tres meses atrás, y eso se vio reflejado desde el inicio en la clásica alfombra roja, donde todos los nominados respondieron a la consigna pedida desde el movimiento Me Too: vestir de negro en repudio a los abusos sufridos por las mujeres.  

"Estoy orgullosa de que nuestra industria, enfrentada a incómodas verdades, haya prometido cambiar la forma en que hacemos este negocio. La verdad es poderosa", destacó Barbara Streisand al entregar el premio a mejor filme dramático, que se lo llevó "Tres anuncios por un crimen", que tiene como protagonista a Frances McDormand, también premiada como mejor actriz de drama. 

"No puedo tirar una pelota de béisbol, pero logré lanzar un cóctel molotov de un edificio a otro a través de una calle de dos carriles", bromeó en su discurso de premiación McDormand, quien reconoció a todas sus pares de terna: Meryl Streep, Jessica Chastain, Sally Hawkins y Michelle Williams. "Créanme, las mujeres de esta sala esta noche no están aquí por la comida. Estamos aquí por el trabajo", cerró la actriz en un discurso que fue censurado por algunas cadenas norteamericanas.  

No tan esperado pero sí acorde al clima general resultaron los triunfos de “The Marvelous Mrs. Maisel” como mejor comedia televisiva y de Rachel Brosnahan como mejor actriz de comedia, por la misma serie. La comedia, disponible en la plataforma de Amazon, retrata la historia de un ama de casa neoyorquina a la que su marido abandona para irse con otra mujer, su familia la maltrata y decide probar suerte como comediante en la muy masculina escena del stand up de la “Gran Manzana” a fines de los 50.

Los galardones para los rubros actorales masculinos resultaron más variados: Sterling K. Brown ganó por la serie dramática “This Is Us”, Ewan McGregor por su genial representación de dos hermanos gemelos en la miniserie “Fargo” y Aziz Ansari por la comedia de su autoría “Master of None”.

Este último es el único premio de la noche para la plataforma Netflix, que así retrocede varios casilleros respecto al año pasado, aunque una mirada general de los galardonados confirma el dominio actual de las compañías de streaming y los canales de pago, como Amazon, Hulu y HBO, en la producción de series de calidad.

Oprimidas, golpeadas, madres solteras, asesinas, policías, comediantes, estrellas de cine o incluso reinas; las mujeres marcaron el ritmo de muchas de las ficciones más elogiadas del año con relatos de liberación, reivindicación o sufrimiento, y dominaron también en las nominaciones en las categorías de mejor miniserie, mejor serie dramática y mejor comedia de televisión o plataforma de streaming. Quizás como pocas veces antes en la producción televisiva, las mujeres ocupan mayoritariamente un espacio no marginal; son reales, capaces tanto de heroicidad o de completos desastres, pero por fin tridimensionales.