El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) subió ayer un 0,4 por ciento y cerró en 63,80 dólares el barril, el nivel más alto en más de tres años. En tanto, el barril de petróleo Brent para entrega en marzo cerró en el mercado de futuros de Londres en 69,26 dólares, tras haber superado durante la sesión la barrera de los 70 dólares por primera vez desde diciembre de 2014. Desde el año pasado, el petróleo avanzó desde 45 a casi 64 dólares, un incremento superior al 40 por ciento. 

El alza en el precio internacional del crudo responde a la caída de las reservas estadounidenses, la sólida demanda durante los meses de invierno de parte de los países del hemisferio norte y las limitaciones de producción pactadas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). 

El avance del commodity junto a la escalada del dólar en el mercado local determinan una nueva suba de las naftas por parte de las petroleras, que se concretará próximamente. Se calcula que los combustibles podrían subir cerca de un 8 por ciento. Esto se suma a la catarata de aumentos previstos para los primeros meses de 2018. Entre ellos está la luz y el gas, el trasporte público (colectivos, trenes y subte), peajes y prepagas y telefonía celular. Según la consultora Ecolatina, la inflación en el primer cuatrimestre rondaría el 7,5 por ciento, la mitad de la nueva meta anual oficial del 15 por ciento.