El Departamento de Estado norteamericano colocó a la Argentina dentro de la lista de países  peligrosos, por lo que los  funcionarios y empleados de Gobierno deben realizar un Seminario de Seguridad de Alto Nivel (HTSOS, por sus siglas en inglés) antes de poder ser autorizados a viajar. Esta información se conoce luego de que la Oficina de Asuntos Consulares actualizara la guía de información de seguridad y protección en la que se advierte  a los turistas norteamericanos que visiten el sur de la Ciudad de Buenos Aires "solo durante el día". 

La obligación de realizar el Seminario de Seguridad de Alto Nivel para que el Departamento de Estado apruebe el viaje de trabajo fue impuesta desde el 1 de enero pasado para el caso de la Argentina, que antes estaba excluída, al igual que el resto de los países de América. En el caso de México, el país estaba incluído anteriormente, pero solo para viajes a Ciudad Juárez, Matamoros, Monterrey, Nogales, Nuevo Ladero y Tijuana. 

Con esta nueva disposición, todo el personal asignado para tareas en países americanos deberá realizar el curso —que puede hacerse a distancia— que, según el Departamento de Estado, concientiza a los viajeros ante "ataques criminales o terroristas" y les enseña el manejo de situaciones de riesgo o ante problemas de salud, protección personal, prevención ante secuestros, entre otras cosas para el trabajo en "regiones de alto riesgo".  La Argentina quedó así en la lista junto al resto de los países del continente y otra larga lista construída por el Departamento de Estado desde 2015, que incluye países como Afganistán,Irak, India o Israel. 

Ayer, se conoció que la Oficina de Asuntos Consulares había revisado su guía de información de seguridad y protección para los viajantes y había incorporado como advertencia para los turistas que visiten "solo durante el día" los barrios de La Boca, San Telmo y Recoleta. 

"Con frecuencia ocurren robos violentos, generalmente en calles laterales", advirtió la oficina norteamericana a sus turistas, tras el robo sufrido por Joseph Wolek, de 60 años, un estadounidense herido por asaltantes en La Boca, que terminó internado en el Hospital Argerich.