Cuando se cumplen 60 días del último contacto con el submarino ARA San Juan, todavía no hay ningún rastro de la nave que transportaba a 44 tripulantes.La corbeta ARA Spiro y el Yantar ruso continuaban este fin de semana como parte del operativo de rastrillaje del submarino, pero en las próximas horas se sumará el ARA Islas Malvinas, que ayer zarpó desde la Base Naval Ushuaia para reincorporarse a la búsqueda con el ROV (vehículo operado remotamente) ruso Panther Plus, que tiene una capacidad de inmersión de hasta 1.000 metros. 

En tanto, familiares y amigos de tripulantes del ARA San Juan se quejaron ayer de que en el operativo hubiera sólo dos embarcaciones activas y reclamaron que se volviera a incluir en el operativo a los buques oceanográficos Austral -del Servicio de Hidrografía Naval- y el Víctor Angelescu -del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero-.

Al cumplirse un mes de la desaparición del submarino, la Armada había informado que del operativo SAR, de búsqueda y rescate, participaban 28 unidades, aéreas y marítimas, y 4.040 personas, en el marco de una fuerte cooperación internacional de la que participaron Estados Unidos, Rusia e Inglaterra, entre otros países. Luego del retiro de Estados Unidos y Gran Bretaña de la búsqueda, los primeros días de enero, los familiares le pidieron a través de una carta al presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, que no retirara del operativo al Yantar y al ROV Panther Plus. 

En ese contexto, el Ministerio de Defensa y la Armada habían dejado trascender que ya evaluaban un plan alternativo en el que no descartaban contratar un servicio privado similar para cuando la Federación Rusa decidiera cesar su cooperación con la búsqueda del ARA San Juan. 

El 15 de diciembre, familiares, amigos y vecinos de Mar del Plata marcharon desde la Base Naval hasta la Catedral Central, mientras en la Plaza de Mayo porteña y otras plazas del país, también hubo manifestaciones de homenaje a los tripulantes y reclamar al Gobierno "certezas" de lo que había ocurrido con el submarino un mes antes.

En su última comunicación, el submarino había informado que navegaba "en plano periscopio" y que iría "a plano profundo" con el objetivo de "estabilizar el buque" para poder ingresar al tanque de batería y evaluar la dimensión de una falla que estaba registrando, según explicó en una de sus conferencias el vocero de la Armada, capitán Enrique Balbi.

Luego se conoció información de la organización especializada en el control de explosiones nucleares en el mundo (CTBTO), con base en Viena, que relevó que ese mismo 15 de noviembre se detectó "un sonido consistente con una explosión" en la zona en la que navegaba el ARA San Juan, en camino a Mar del Plata desde Ushuaia.