Pese al leve recorte en la tasa de las Lebac (ver aparte), el principal instrumento de absorción de pesos del Banco Central, la renovación sólo parcial de vencimientos está ampliando la base monetaria y estimulando la demanda de dólares. Por su parte, la creación de nuevos títulos de cortísimo plazo (a siete días) asegura mantener aceitada la bicicleta financiera. El organismo monetario creó la semana pasada las denominadas Leliq, letras en pesos a siete días, exclusivas para bancos. “Estos papeles terminarán desplazando a la Lebac y a los pases como instrumento de absorción monetaria”, asegura un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). El problema de estas letras es que requieren una renovación constante. El objetivo es diversificar la cartera de opciones para contraer la base monetaria, pero pese a las altas tasas de interés que ofrece el Central, no está logrando el cometido. El año pasado las licitaciones semanales de letras generaron intereses por un total de 180.301 millones de pesos y un costo por todos las emisiones de unos 327.834 millones de pesos. 

El 28 de diciembre el equipo económico bajo la tutela del jefe de Gabinete, Marco Peña, modificó la meta de inflación prevista para 2018, elevándola del 10 al 15 por ciento. La tarea del Central es, pese a la resistencia de su titular, Federico Sturzenegger, acomodar el corredor de tasas (las tasas para los distintos plazos) para que faciliten esa tarea. Pero hasta el momento sólo se aplicó un tímido recorte de 75 puntos a 28 por ciento anual para las tasas de los pases a siete días y de 151 puntos hasta un 27,24 por ciento para los rendimientos de las letras a 35 días. 

El impacto más importante vendrá por el lado de las Lebac, ya que los bancos (hasta el 9 de enero) tienen 61.543 millones de pesos colocados en pases, pero detentan 386.483 millones de valor nominal en Lebac. Por eso el organismo lanzó un instrumento con características similares a las letras pero con el mismo plazo que los pases, las denominadas Leliq (Lebac para los bancos). Cuanto más corto es el plazo más alta es la tasa requerida por el fondeo. 

“El nivel de la tasa de política monetaria, del 28 por ciento, sigue garantizando el funcionamiento de la bicicleta financiera”, asegura el informe del CEPA. Una de las críticas esbozadas por analistas es que el exceso de liquidez y un nivel de tasas elevado mantienen el negocio financiero de apostar a los rendimientos en pesos. “De aquí en adelante se basará en una estrategia de utilización mayoritaria de otros títulos por sobre la Lebac para el negocio del carry trade, reservando los títulos del Banco Central a las entidades financieras a través de la novel Leliq”, de acuerdo al documento de la entidad.

El costo para el Central de esta política es altísimo. El año pasado vendió Lebac en el mercado secundario por 1,1 billones de pesos de valor nominal, generando intereses por 124.299 millones. Si se suman las colocaciones primarias y las ventas en el mercado secundario, en 2017 generó intereses por 304.600 millones de pesos, 103,5 por ciento más que en el año previo. Y si se incorporan los pases activos por los que paga intereses a las entidades financieras que los colocan, aquel número se ve incrementado en, al menos, 23.234 millones de pesos. El costo total de la fallida política monetaria antiinflacionario generó un costo para el Central el año pasado de 327.834 millones de pesos, más del doble que durante 2016 (157.465 millones).