"Desde Buenos Aires asumimos el compromiso de derrotar el ajuste económico que proponen Macri y la gobernadora María Eugenia Vidal", gritó el secretario adjunto de ATE, Carlos Díaz, en el escenario improvisado sobre la autopista Riccheri frente a los 130 trabajadores despedidos de Senasa y la columna que había llegado desde Azul en representación de los  220 trabajadores despedidos en Fanazul. El corte parcial, a metros del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, fue parte de la “jornada provincial de lucha” anunciada ayer por ATE, que tenía como destino final del recorrido el Ministerio de Defensa en la Ciudad de Buenos Aires. 

"Este tiempo nos impone grandes compromisos y esfuerzos. Tenemos que seguir construyendo la unidad más allá de nuestros matices y diferencias en el marco de este  plan de lucha para llamar a un paro nacional activo con marcha a Plaza de Mayo con el conjunto de los trabajadores y trabajadoras", arengó Díaz, frente a los manifestantes cubiertos de pecheras de ATE y rodeados por un fuerte operativo de Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria. 

En la nueva jornada de lucha, que sigue al paro y movilización del jueves pasado a la Casa de Gobierno provincial, ATE no sólo reclamó por los centenares despidos impulsados desde la gestión de Vidal sino que también exigieron la convocatoria "inmediata" a paritarias. El gobierno bonaerense adelantó que buscará llevar a la mesa de negociación el techo de 15 por ciento de aumento impuesto desde la Casa Rosada, algo que ya fue rechazado por los gremios docentes. 

Prensa ATE-Senasa

La decisión de  realizar la jornada provincial de lucha que movilizó caravanas de trabajadores desde Ezeiza, Azul y La Plata se tomó ayer por la tarde, tras una nueva reunión de la mesa de negociación por los 100 despidos de la disuelta Unidad Ejecutora Provincial. Los trabajadores levantaron la ocupación de la edificio luego de 20 días de toma, pero el gobierno de Vidal sólo ofreció reincorporar a 9 personas, que se encuentran atravesando una situación crítica de salud, y evaluar la situación de 4 delegados gremiales. 

En Ezeiza, la protesta arrancó en Los Chivatos y Riccheri encabezada por los 130 despedidos en el Senasa, que insistieron en denunciar que la falta de personal en el organismo encargado del control agroalimentario y de sanidad animal dejará al país en una situación de “riesgo fitosanitario”.

 

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Los despidos fueron “sin notificación ni causa” justificada, volvió a denunciar el gremio. Luego del acto central en la Riccheri, la caravana continuó su marcha hacia el Ministerio de Defensa, ubicado en Paseo Colón y Alsina, para reclamar "la reincorporación de los 220 trabajadores despedidos en Fanazul y la reapertura de la fábrica".

 

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