Recién cumplidos los 30 años de su muerte, Batato siguió siempre en estado gravitatorio para interpelarnos como el relámpago local más importante de la cultura queer avant la lettre y del artivismo pionero en mezclar poesía y otras dimensiones de la belleza, manteniendo la sonrisa desobediente de todos los mandatos y maltratos heterosexistas y represivos del género y la sexualidad. Y si bien sus creaciones se cimentaron orgullosas desde el under, el relato de su irrupción a veces lo sepulta en un sótano aunque pudo trascender ese espacio en su propio tiempo, llegando incluso a intervenir en los medios a través de tapas de revistas, de la televisión, de las performances y obras que circulaban por discos y otros lugares de afluencia masiva que no necesariamente eran subterráneos. Y a pesar de que el culto a Batato nunca paró, hay todavía aristas y caras de ese poliedro travesti y clown que no fueron gozosamente exploradas. Tal vez la cabriola más ignota de su biografía es la veta de historietista, una experiencia que Batato subrayó como importante en la entrevista introspectiva con Peter Pank poco antes de su muerte. Lo cierto es que ninguna de las creaciones batatescas en el lenguaje de historieta estuvieron disponibles, ni volvieron a reeditarse, hasta ahora que la muestra Historietas Obvias y otros numeritos, curada por Seedy González Paz para la galería Cosmocosa (Montevideo 1430), recupera las viñetas que Batato creó durante los 80. Lo que las páginas que se exhiben dicen es que si una de las virtudes de la dramaturgia de Batato era una escena permeable que producía teatralidad de lo no teatral, lo mismo podría decirse de las historietas: la inmovilidad y la poesía le ganan a la narración y así sus personajes pueden ser una flor y un árbol, llamadas Cala y Jaca respectivamente, protagonistas de Historietas Obvias, cuyo primer número fue prologado y diseñado por Gumier Maier. El tercer personaje protagónico es Araca, definido como “alguien, que está... o no...”, quien a diferencia de la flor y el árbol, no solo no está fijado sino que siempre está flotando con los pies en el aire, y tiene un vestido que parece cubrirlo de la cabeza a los tobillos, como si fuese una sábana sobre su cuerpo en plan disfraz de fantasma, como un Gasparín lírico. Araca no tiene un género definido y, entre otras cosas, recita algunos de los poemas que también Batato usaba en algunas de sus obras. Como un Copi de línea gruesa pero igual de esencial y libérrimo en sus garabateos, la poesía visual de Batato es puro collage: diseña algunas de sus tiras recortando sus propios dibujos, corrigiendo con Liquid paper, con el mismo tipo de ensamble explícito que usaba para los vestuarios-frankensteins con objetos encontrados en la basura. El trazo de Batato, como también el de Copi, va de una literatura deslenguada a la plástica como lugar de la teatralidad del gesto microscópico, como un circo de insectos encerrado en cajitas. En una serie de páginas inéditas protagonizadas por Araca, Batato se libera de los rectángulos de las viñetas como de los tradicionales globos de diálogos, y así suelta a su personaje y a las palabras, para dejar que todo flote en libertad, sin figuras geométricas que los limiten. Así, Batato se convirtió en nuestra voz primitiva y libertaria de la historieta.

Bajo esa flotante emancipación de Batato, se va a desarrollar Tinta Queer, un evento que se propone reunir por primera vez en Argentina a muchas personas que vienen haciendo de la historieta un género cada vez más queer, creando otras formas de visibilidad con dibujos que desafían el heterosexismo, el machismo y cualquier opresión sobre los cuerpos, los géneros y las sexualidades. Y más que una convención de cómics, esto será una orgía estival nada convencional. Todo comenzará el miércoles 21 en Espacio Moebius (Bulnes 658) con las obras de varias decenas de dibujantes que retrataron a su Persona(je) Queer Favorita/o, inaugurando la galería migrante Effy-Ioshua, en homenaje estéreo a dos potencias que hicieron de la historieta y el dibujo una forma de resistencia y artivismo. Los dos días siguientes, el jueves 22 y viernes 23, se desarrollarán distintas actividades en Casa Brandon (Luis María Drago 236), que incluyen feria de publicaciones, presentaciones de libros y fanzines, proyecciones, dibujo en vivo y mesas de discusión y debate sobre feminismos, diversidad sexual y disidencia. Entre esos días también estará inaugurada “Chicks on Comics”, la muestra afín en PROA (Av. Don Pedro de Mendoza 1929), que reúne a siete mujeres de distintos países que hacen historietas, y algunas de sus integrantes participarán en Tinta Queer. El cierre de la triple jornada será la presentación del flamante libro de Susy Shock, ilustrado por su hija Anahí Bazán Jara. Además, claro, habrá una visita guiada y charla el viernes 23 en Cosmocosa: un trip por las viñetas de Batato para viajar a la génesis de todo lo queer que dibujan el presente y el futuro.l

Cronograma completo: facebook.com/TintaQueer