Pese a que el técnico Zinedine Zidane insistió en que no quiere refuerzos, Real Madrid ve “accesible” pagar la cláusula de rescisión de 110 millones de euros por Mauro Icardi, delantero y capitán del Inter de Milán, y así poder iniciar “el proceso de refundación deportiva” de la entidad merengue.