Los fabricantes de maquinaria agrícola, uno de los pocos sectores que se vio beneficiado por la política del Gobierno que favoreció la actividad de agroexportadores, alertó por el riesgo de una lluvia de unidades importadas. La eliminación de las Licencias No Automáticas para unas 300 posiciones arancelarias incluye a esa industria, que se está viendo afectada por las compras externas de silos, pulverizadoras y sembradoras. Con la apertura que plantea el cambio en los controles sobre importados, esta situación podría hacer que el ingreso de esta maquinaria se potencia. Desde la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) solicitan que haya gradualismo en la apertura.

Desde la Secretaría de Comercio habían señalado a este diario que la eliminación de las LNA sólo incluía insumos para la producción y que no habría impacto en mayores compras, porque “se trata de ítems que ya se importan”. Sin embargo, dentro del listado se encuentra un sector estratégico que creció en los últimos años bajo el amparo del boom sojero, siendo la actividad que el Gobierno utiliza para ejemplificar una supuesta recuperación económica. 

La importación de pulverizadoras autopropulsadas se disparó el año pasado, cuando ingresaron alrededor de 180 unidades, principalmente desde Brasil, lo que representa cerca del 25 por ciento del mercado total abastecido por las locales Pla y Metalfor. También ingresaron silos de países limítrofes provenientes de empresas muy grandes o de países que tienen la mano de obra subsidiada, como Turquía e India. Lo mismo sucede con importaciones de fumigadoras y sembradoras. 

“El año pasado, en términos generales, fue bueno, pero con preocupaciones hacia el futuro. Estamos inquietos porque hay gradualismo en las soluciones, pero no en la apertura”, aseguró Raúl Crucianelli, presidente Cafma. El directivo aseguró que como sector no se oponen a la apertura comercial. “Pero así como hay gradualismo en las reformas impositivas y laboral, el ingreso de importados no debería ser tan abrupto. Primero, en 2016 y comienzos del año pasado, fueron los silos y después se sumaron sembradoras y pulverizadoras”, detalló Crucianelli.