“Mientras escapaba veo a Santiago corriendo hacia el río delante de mí con su mochila puesta, y personal de Gendarmería que nos seguía desde atrás, cuando llegamos al río nos insultaban, nos tiraban piedras y uno me apuntó con la escopeta mientras otros gritaban ‘fuego libre’”. Esta frase es parte del relato de lo que vivió Nicasio Luna, el payador chileno que estuvo en la Lof en Resistencia de Cushamen durante la represión del 1 de agosto, cuando Santiago Maldonado fue visto por última vez con vida, y es parte de una declaración espontánea que presentó ante las autoridades de ese país. Decidió hacerla pública, en forma exclusiva a través de PáginaI12, porque dice que su familia fue víctima de amedrentamientos por parte de la Policía de Investigaciones chilena. Aunque sabe que el hermano de Maldonado había solicitado que sea citado a declarar, Luna explica que no volvió a Argentina porque no estarían dadas las garantías sobre sus derechos por el nivel de conflictividad generado en torno a las demandas de las comunidades mapuches. Sin embargo, enterado del requerimiento para atestiguar en la causa acudió a la Defensoría y al ministerio de Derechos Humanos de su país. El resultado son nueve carillas que confirman lo que sostiene Sergio Maldonado: más allá de los resultados de una pericia forense, Santiago murió escapando de medio centenar de gendarmes armados.

“Así como en Chile, en Argentina el conflicto mapuche de la Araucanía ha hecho una escalada que está vulnerando derechos”, dijo a PáginaI12 Juan Francisco Pulgar Castillo, el abogado que acompañó a Luna en su declaración ante el Servicio de Víctimas de Criminalística Forense. 

En noviembre este diario informó que sus documentos y efectos personales habían quedado entre los elementos secuestrados por los gendarmes tras la represión en Cushamen, y que cuando se presentó a retirarlos el juez federal Guido Otranto lo dejo ir sin interrogarlo. Cuando aún Maldonado permanecía desaparecido, su hermano Sergio le envió un mensaje a Luna para contactarlo y le preguntaba si había estado en la Lof a fines de julio. Pulgar Castillo le respondió explicando la falta de garantías para aportar su testimonio, a lo cual Maldonado contestó que el juez del caso llamaría a Nicasio. “Esa situación nunca ocurrió y tampoco hubo más mensajes”, precisó el abogado. En la última ronda de citaciones, el juez federal Gustavo Lleral incluyó a Luna, a partir del video que presentó la abogada Verónica Heredia, con el programa de la televisión chilena Informe Especial, donde el músico cuenta haber estado en la represión junto a Santiago. Sin embargo, a Luna no le llegó la notificación formal sino un operativo en el que su madre fue intimidada.

La defensa de la tierra

El relato de Luna coincide y se complementa con los testimonios mapuches de la causa. “Seguí a uno de los muchachos de la comunidad porque no conocía la zona, y cuando llegamos al río la única opción de no ser capturado por los gendarmes era lanzarme al río y cruzarlo, a pesar de no saber nadar. Me ayudó sostenerme de las ramas de sauce, quedé agarrado hundiéndome a unos cuatro metros de la costa, en ese momento llegaron cuatro efectivos de Gendarmería y me vieron que estaba inmovilizado en el agua. Comenzaron a insultarme y a lanzarme piedras, y uno de ellos me apuntó con la escopeta que portaba, mientras el superior que estaba con los escopeteros le decía ‘fuego libre’, pero quien portaba el arma no lo quiso hacer o simplemente se le trabó”, dijo Luna sobre lo sucedido segundos después de que se separó de Maldonado.

“Como payador vivo viajando a Argentina, mi último ingreso fue el 11 de julio, paso internacional Bolsón”, relató. Tres días después participó de un encuentro de payadores, y quedó varado en Bariloche por un fuerte nevazón, donde fue acogido por la comunidad Colan Nahuel. El 28 de julio estuvo en la peña por la liberación del lonko Facundo Jones Huala, organizada en El Bolsón por FM Alas. “Cuando terminé de cantar se acercaron a felicitarme personas que no conocía, después supe que uno era Santiago”, detalló. Al día siguiente participó de una marcha en Esquel por la misma causa, que fue reprimida. “El 30 Claudina Pilquiman me invitó a visitar su comunidad, yo portaba mi mochila negra marca Extreme que contenía una bombacha negra, polera bordó, un cuchillo, dos manzanas, una libreta donde escribo mis versos, ropa interior, cepillo de dientes, mi celular, cédula chilena y 500 pesos”, describió Luna. Son los mismos elementos detallados en el acta de Gendarmería que secuestró sus pertenencias, según el expediente de la justicia federal de Chubut. Aclaró que “nunca prestó su teléfono celular a nadie de la comunidad”, y que dejó la mochila en la casilla de guardia de la Lof.

“En Bolsón subió Santiago, con otra persona. Lo llamaban Brujo. El corte de la ruta 40 fue a las 11 del 31, se me solicitó cubrirme el rostro para evitar ser reconocido por las fuerzas policiales, ser perseguido y sometido a represalias, esto basado en hechos anteriores que contaban los integrantes dela Pu Lof. Se hicieron barricadas y se entregaba información a los automovilistas, sin incidentes con la policía”. Luna dijo que habló con Maldonado, quien le contó que “compatibilizaba con la causa porque era la lucha por la defensa de la tierra”. Más tarde cuando Gendarmería quiso desalojarlos fue recibida con piedras, pero Luna destacó que ni él ni Maldonado las arrojaron. El músico chileno relató que esa noche no pudieron dormir porque “desde camionetas blancas efectuaron disparos hacia la Lof”. 

Cerca de las 11 del 1 Gendarmería desplegó un camión y camionetas, y ellos retomaron el corte de la ruta 40. “Sólo tenía para mi defensa una onda de revoleo, igual que Santiago, pero sabíamos usarla, los de Gendarmería disparaban escopetas y pistolas. En ese momento más de 50 avanzaron, una camioneta se nos venía encima a toda velocidad, quedé cerca de la guardia donde se refugiaban dos mujeres con niños”. Tal como ya contaron los jóvenes mapuches, los gendarmes cortaron el candado de la tranquera “y se lanzaron para apresarnos, por eso corrimos hacia el río Chubut porque no había hacia donde escapar”. Luego de mencionar el intento de fusilamiento del que fue víctima, Luna dijo que se atrevió a cruzar el río. “Me dio la mano un joven, nos refugiamos con otros muchachos, y Matías Santana comentó que vio a los gendarmes llevarse al Brujo con sus binoculares”. 

Desde el cerro el músico observó que habían quemado las pequeñas construcciones de la Lof. Cerca de las 18 volvió a buscar su mochila, y las mujeres le dijeron que los gendarmes la habían revisado y se la llevaron. Luego salieron a buscar al Brujo, “especulando con que podían habérselo llevado los gendarmes, como vio uno de los muchachos”. Al día siguiente de la represión, “llegó la vocera del Pu Lof Soraya Maicoño quien nos dijo que un periodista informaba que la persona desaparecida era Santiago Maldonado, siendo que la comunidad sólo lo conocía como Brujo, este hecho nos confirmaba que había sido capturado por Gendarmería, no sabíamos de qué otra forma pudo haberlo identificado el periodista, pero así lo posteó en Facebook”, dijo Luna. Este dato también fue revelado por PáginaI12, y Bustos fue interrogado como testigo pero nadie le preguntó cómo supo lo que escribió.

Luego de cinco días, Luna acudió a buscar sus pertenencias al juzgado de Otranto, pero sólo le devolvieron la cédula y el dinero. El 2 de octubre su padre le informó que la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) lo buscaba en Cochrane por el caso Maldonado y habían interrogado a su madre. Entonces viajó a Talca para contactar al perito forense Francisco Pulgar Castillo “el cual es mi amigo, para pedirle asesoría”. Este profesional pertenece a la Defensoría Penal Pública de esa localidad. 

¿Por qué ahora y desde Chile?

“Adjunto mi testimonio prestado de manera voluntaria que he entregado al Instituto de Derechos Humanos y a la Defensoría Penal Pública, para resguardarme de eventuales apremios que ya sufrieron mis familiares”, expresó Luna desde Chile. “La idea es terminar con las especulaciones sobre Nicasio, tales como el uso de su teléfono por parte de Santiago Maldonado”, apuntó Pulgar Castillo, quien como perito intervino en casos de resonancia en ese país. “La entrevista a Nicasio Luna es una declaración extra judicial, pero más allá del formalismo da cuenta de su actuar en tierras argentinas y chilenas. Por el nivel de conflictos que viven las comunidades mapuches con sus respectivos Estados, claramente genera incertidumbre sobre la trasparencia de las diligencias, lo que se corrobora acá en Chile por el actuar intrusivo de la PDI en la casa de Luna, sin una orden judicial”. El payador dijo que la PDI entró a casa de su madre “por si me encontraba escondido, también acudiendo al trabajo de ella generándole el perjuicio correspondiente”. Y agregó: “Todos mis movimientos dentro y fuera del territorio nacional los hice por pasos habilitados y controlados por la policía chilena y argentina. He participado en programas de radio, televisión y encuentro de payadores, lo cual consta en mis redes sociales”. Finalmente, en la carta que envió a esta periodista apuntó: “Espero una nueva citación de la PDI de Coyhaique o de la Fiscalía de los Lagos para responder un presunto cuestionario enviado por la justicia argentina, pero por transparencia le adjunto mi testimonio”.

Los Maldonado y las querellas sabían de la existencia del payador pero cada vez que preguntaban por él les decían que estaba perdido, que nadie lo encontraba. Ahora que apareció está en manos de la diplomacia y los exhortos judiciales que su relato llegue, finalmente, al vapuleado expediente del caso Maldonado.