El gobierno nacional habilitó la privatización de las centrales termoeléctricas estatales que generan energía, tres de las cuales están en la provincia de Santa Fe: dos en Timbúes y una en Sauce Viejo. Asimismo, también dio luz verde para la venta de las acciones del Estado en Transener, la única compañía que transporta la electricidad en alta tensión desde las generadoras hasta las distribuidoras provinciales, según publicó ayer el gobierno en el Boletín Oficial. La síntesis la propaló ayer el diputado Agustín Rossi: "Mauricio Macri rifa los recursos energéticos de los argentinos".

El presidente firmó la resolución blanqueada en el Boletín Oficial antes de partir a su gira por Europa, donde asistirá a la cumbre del Foro Económico Mundial en Suiza. Con él suscriben el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Energía, José María Aranguren. "Vuelven a hacerlo a espaldas del Congreso nacional, ninguneando las voces de los representantes del pueblo argentino", cuestionó el jefe del bloque del Frente para la Victoria‑PJ.

Entre las generadoras de energía que pasarán a quedar fuera de la órbita estatal se cuentan las centrales Vuelta de Obligado y San Martín, en las afueras de Timbúes, sobre el río Paraná, y la Estanislao López, en Sauce Viejo. "En poco tiempo serán cooptadas por manos privadas", se alarmó Rossi.

"Prometieron una Argentina para todos pero lo único que hacen con sus medidas es construir la Argentina S.A. Cualquier similitud con el modelo neoliberal que nos llevó al desastre en los '90 no es pura coincidencia", comparó el legislador. "En poco tiempo la producción energética del país pasará a regirse en forma total por las reglas del mercado, deslindando al Estado de cualquier tipo de intervención. ¿Así pretende resolver los problemas energéticos, Presidente?", inquirió.

La resolución instruye a los directorios de las empresas estatales Enarsa (Energía Argentina) y Ebisa (Emprendimientos Energéticos Binacionales) para apurar la "fusión por absorción" según dice el texto sobre las centrales termoeléctricas. También ordena a Enarsa a desprenderse de sus acciones en Citelec, la principal accionista de la transportadora Transener. La otra compañía que tiene acciones allí es Pampa Energía, del empresario Marcelo Mindlin, de fluidas relaciones con el macrismo.