La TV Pública argentina recibió ayer el calor de sus trabajadores, pero también de distintas personalidades de la cultura y la política, quienes junto a los televidentes la defendieron participando de un gran abrazo simbólico alrededor de su histórico edificio. Bajo la consigna “No al vaciamiento en la TV Pública”, cientos de personas se acercaron hasta la puerta de la emisora para expresar su rechazo a la política de ajuste que el gobierno nacional está llevando a cabo en todos los medios estatales. “La TV Pública es de todo el pueblo y no podemos dejar que desaparezca porque al Gobierno lo único que le interesen son los números”, dijo a PáginaI12 la actriz Lola Berthet, presente durante la protesta. Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, fue el principal blanco de las críticas. “Hablan de poner en valor a los medios públicos y no paran de demonizar a sus trabajadores y de recortar la programación: ya no puedo ni ver los magazines diarios ni tampoco informarme los fines de semana”, se quejaba Norma, una televidente del canal (“desde que nací”), apoyada en el tronco de un árbol en busca de un poco de sombra que la aliviara del sol del mediodía.

El “abrazo simbólico” a la TV Pública no estuvo signado por un único sentimiento. Pese a la delicada situación que viven las emisoras estatales, donde a los despidos se suman programaciones cada vez más “enlatadas”, el clima que se respiraba entre la muchedumbre que se acercó hasta Figueroa Alcorta al 2900 fluctuaba entre el dolor, la impotencia y el aire esperanzador que siempre brinda el encuentro colectivo. La simbología del abrazo al edificio histórico tuvo su réplica entre los presentes. Así, los trabajadores de Radio Nacional se fundían en abrazos con los del Canal de la Ciudad, los de Encuentro, Pakapaka y DeporTV se reconocían en los trabajadores despedidos del Hospital Posadas, mientras Taty Almeyda y Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo, sentadas bajo el alero de la puerta de entrada del canal, alentaban a los más jóvenes a “no bajar los brazos”.

“Es lamentable –señaló Almeyda–, tenemos que reunirnos nuevamente para responder al vaciamiento de los medios públicos. No nos extraña. Desde que Macri y compañía asumieron no hacen otra cosa que violar los derechos humanos. No es un análisis partidario, sino histórico: así como Néstor Kirchner y Cristina Fernández tomaron los derechos humanos como política de Estado, este Gobierno tiene como política de Estado la desocupación, la represión y el ajuste. Pero cada vez somos más los que resistimos pacíficamente para modificar esas políticas”.

Organizado por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), el abrazo a la TV Pública contó con el apoyo, la adhesión y la participación del Sindicato Argentino de Televisión (Satsaid), la Asociación del Personal Jerarquizado (APJ) y la Asociación Argentina de Actores, entre otras entidades gremiales. Entre los actores, más allá del centenar de adhesiones, Alejandra Darín y Lola Berthet se hicieron presentes. “Vine a abrazar a la TV Pública –explicó Berthet– porque la amo. Porque trabajé en el canal y porque me acompañó durante toda mi vida. Abrazarlo es lo mínimo que podemos hacer. La TV Pública es del pueblo y no pueden destruirla. Tenemos que defender a los medios públicos, porque no son de un gobierno sino que pertenecen a todo el pueblo. No se puede poner en práctica un criterio mercantilista alrededor de la cultura y la educación, pero tampoco se puede esperar otra cosa de un gobierno que únicamente mide al país en función de números. Basta ver lo que ocurre con la educación pública, con los hospitales públicos para darse cuenta. Creo que mientras antes se miraba al país como pueblo, ahora se lo mira como números que siempre se pueden restar.”

A un costado, el periodista Carlos Ulanovsky, investigador de la historia de los medios en Argentina, también se lamentó por lo que está ocurriendo: “Vine –señaló– porque quería que mis brazos también sirvieran para construir el abrazo a los medios públicos. Me da mucha pena, pero esta situación no empezó ahora sino inmediatamente con el cambio de gobierno. Ninguna imagen explica mejor lo que pasa con los medios públicos que el muñeco de Zamba destruido en Tecnópolis a los meses de haber asumido Cambiemos. Esa imagen, elocuente, define la política del gobierno: si no pudieron soportar a un dibujo educativo como Zamba, que les llevaba la historia a los más chicos, ¿cómo iban a soportar a canales como Encuentro o Pakapaka? Me apena saber que se pueda destruir tan rápido lo que tanto había costado construir”.

Los periodistas Gustavo Campana, Luis Bruschtein, Fernando Borroni y Silvia Martínez Cassina también formaron parte del abrazo. María del Carmen Verdú, de la Correpi, el cineasta Alberto Lecchi, y Cynthia Ottaviano, ex defensora del Público de los Servicios de Comunicación Audiovisual, no faltaron al encuentro. La política también se hizo presente: Myriam Bregman, Cristian Castillo y Luis Zamora fueron algunos de los dirigentes que participaron del encuentro en defensa de los medios públicos y la libertad de expresión.

Antes del abrazo, Agustín Lecchi, delegado Sipreba de la TV Pública, fue el encargado de cerrar los discursos: “Vinimos a abrazar a nuestro trabajo –dijo–. Toda la sociedad tiene que pelear por lo público, por este canal. Así como en su momento todos juntos pudimos frenar la privatización, ahora tenemos que estar unidos para defenderla de su vaciamiento. En la TV Pública Argentina mostramos la realidad, lo que pasa en las calles cuando otros miran para otro lado. Lo hicimos en los 90, también con la Alianza y peleamos durante el kirchnerismo para mostrar las protestas en al Panamericana o el acampe qom en la 9 de Julio. No podemos dejar que vacíen los medios. Cuando vamos a pedir trabajo, nos responden con una planilla de Excel. Creen que puede funcionar una pantalla estatal sin noticieros, que se puede cerrar el canal del viernes a la noche al lunes a la mañana como si el mundo se parara los fines de semana. No lo vamos a permitir. La comunicación es un derecho humano y debe seguir siéndolo.”