En el segundo día en que rige el cambio de sentido de las avenidas Ingeniero Huergo y Alicia Moreau de Justo, se registraban demoras en las arterias que están reducidas por las obras del Paseo del Bajo y allí se dispuso agentes de tránsito y semáforos en intermitente para evitar que los embotellamientos desbordaran.

Desde el martes, las avenidas del eje Eduardo Madero/Ingeniero Huergo son mano única hacia el sur, mientras que por Alicia Moreau de Justo y Antártida Argentina sólo se pueden circular hacia el norte.

Los cuatro carriles de Huergo se transitaban ayer con cierta fluidez hasta llegar a la intersección con Cochabamba, donde deja de ser mano única y el tránsito pesado congestionaba la zona. En el lugar, personal de la policía de la Ciudad y de Tránsito asistían a los conductores de ambas manos.

Sentido al norte los camiones deben circular por las avenidas Elvira Rawson de Dellepiane, Calabria, y de los Italianos y Cecilia Grierson, mientras que los vehículos particulares lo hacen por Moreau de Justo que también cerca de las 11.30 se circulaba con normalidad hasta llegar a un obrador que se encuentra entre Macacha Güemes y el Puente de la Mujer, que restringe el tránsito a un sólo carril.

En ese sector, llegando a Córdoba, donde se vuelve a congestionar el tránsito, los semáforos se encontraban en luz amarilla intermitente y con agentes de tránsito asistiendo a los conductores.

En tanto, las líneas de colectivos: 2, 4, 20, 74, 99, 103, 105, 109, 111, 129, 140, 146, 159 y 180 modificaron su recorrido y los colectivos que transitaban por Ingeniero Huergo y Eduardo Madero circularán hacia el norte por Moreau de Justo y Antártida Argentina, mientras que los que circulaban por Moreau de Justo y Antártida Argentina, ahora lo hacen sentido al sur por Ingeniero Huergo y Eduardo Madero.

“Este nuevo esquema de circulación busca facilitar la accesibilidad, favorecer la fluidez vehicular y mejorar las condiciones de seguridad vial de todos los actores del tránsito”, indicó la Subsecretaría de Tránsito y Transporte porteña.

Los cambios fueron dispuestos para facilitar las obras del nuevo Paseo del Bajo, un corredor vial de 7 kilómetros que unirá las autopistas Illia, 25 de Mayo y Buenos Aires-La Plata.

El Paseo del Bajo es la obra más importante en envergadura iniciada por el gobierno porteño, y también la más costosa. La ejecución de la obra, con un costo estimado de 650 millones de dólares, no fue incluido en el plan de auditorías. Esto significa que el Ejecutivo no tendrá contralor del uso apropiado del dinero, si se cumplen los requisitos de la licitación, si se cumplen los plazos o, si no se cumplen, que los costos no recaigan sobre el erario público.