Faltaba una hora y media para el comienzo del encuentro entre Huracán y River y el Tomás A. Ducó debió ser desalojado por amenaza de bomba, según anunciaba a medios radiales el directivo local Fernando Salces, quien señaló: “Ahora viene la Brigada Anti-explosivos para revisar el estadio”. Para entonces, el ómnibus que conducía al plantel que dirige Marcelo Gallardo ya estaba de camino a Parque Patricios, pero por seguridad quedó detenido a dos cuadras de la cancha. Mientras los jugadores de Huracán, que se preparaban para realizar la entrada en calor, se retiraron en un micro, los árbitros hicieron lo propio en un patrullero. Tras comprobarse que no había peligro, el partido previsto para las 19.15 se inició recién dos horas más tarde.