“El sentido que queremos dar a nuestros viajes es recorrer distintas culturas haciendo deporte y turismo en contacto con la naturaleza y, a la vez, compartir una experiencia”, cuenta Claudio Nicala, argentino, que hace pocos meses recorrió en bicicleta una tramo de  Via Francigena junto a dos amigos que, como él, son exprofesores de Educación Física. “Partimos de Roma, exactamente de las cercanías del aeropuerto de Fiumicino, el 29 de mayo del 2017, tomamos la via Cassia hacia La Storta y luego seguimos hacia el norte, hasta San Gimignano, tardando unos diez días”, relata entusiasmado este docente jubilado de 54 años residente en Río Grande, Tierra del Fuego. “Vas pasando por pueblitos medievales alucinantes todos. A mí el que más me gustó fue San Gimignano, al que llegamos en la fecha del santo patrono y disfrutamos de una fiesta popular con la gente en trajes de época”, se entusiasma y destaca que no encontraron dificultades durante el recorrido. Nicala y sus dos amigos, de 52 y 55 años, todos muy entrenados en largas pedaleadas, para 2019 planean “partir de Canterbury, atravesar Francia y Suiza y hacer completo el tramo italiano”.