La seguridad de la red tampoco es prioridad para el Gobierno porteño. La Ciudad dispuso en los términos y condiciones del wifi público que el único responsable del contenido de Internet “es el usuario” y él es quien deberá responder ante cualquier irregularidad del servicio. “El GCBA se reserva el uso de firewalls (sistema diseñado para denegar ciertos accesos) pero no los garantiza. El GCBA no garantiza la ausencia de virus o cualquier actividad destructiva”, anuncia la cláusula del wifi de la Ciudad. Es decir, que si un usuario es víctima de un ataque informático, la culpa finalmente es suya por haber usado la red. Además, indican los términos y condiciones de la red pública, “la utilización inadecuada del servicio es exclusiva responsabilidad de los usuarios, respondiendo éstos civil y penalmente frente a posibles daños que pudieran ocasionar tanto al GCBA como a terceros”. Pero si la seguridad no es esencial para el Gobierno porteño, tampoco lo es el servicio. Tanto en el wifi del subte como en el de plazas y museos, la Ciudad “no está obligada a garantizar ininterrumpidamente la continuidad del servicio, ni la velocidad en la transferencia de los datos”.