Francisco no vendrá por el momento a la Argentina. Así se lo informó el Papa a los miembros del Comisión Ejecutiva del Episcopado con quienes estuvo reunido ayer por la mañana por aproximadamente una hora en el Vaticano. La información fue confirmada oficialmente por la Conferencia Episcopal a través de un comunicado en el que los obispos señalan que “por ahora el Papa no viajará a nuestro país, decisión que respetamos y acompañamos”. La respuesta tuvo lugar después de que las autoridades de la Conferencia Episcopal le reiteraran la invitación a visitar el país “en el momento que lo considere oportuno”. Si bien no fue el objetivo central del encuentro, este era uno de los anuncios que en Argentina se aguardaban con más interés, a raíz de los comentarios, especialmente periodísticos, que se suscitaron con motivo del viaje de Jorge Bergoglio a Chile y a Perú sin pasar por nuestro país.

La Comisión Ejecutiva del Episcopado, presidida por el obispo de San Isidro Oscar Ojea, a quien acompañan el cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires y vicepresidente primero, Marcelo Colombo, obispo de La Rioja y vicepresidente segundo, y Carlos Malfa, obispo de Chascomús y secretario general, estuvo en dos oportunidades en los últimos días con el papa Francisco.

El jueves los obispos argentinos acompañaron al Papa en la celebración de la misa en la residencia de Santa Marta y luego saludaron personalmente a Francisco, pero no hubo en esa ocasión reunión de trabajo. Esto último se concretó en una audiencia privada celebrada ayer por la mañana. En esa ocasión se repasaron temas de interés para la Iglesia en Argentina y para la Iglesia Católica en el mundo. Los obispos, que en noviembre asumieron sus responsabilidades al frente de la Conferencia Episcopal, dijeron que “nos hemos sentido escuchados y alentados en nuestra misión” por el papa Francisco. Este ha sido el primer encuentro formal de Bergoglio con la nueva conducción de la jerarquía católica, si bien Ojea viajó a Chile y Colombo a Perú, durante la reciente gira papal por países de la región.

De la reunión de ayer con el Papa los obispos argentinos dijeron que “durante una hora recorrimos los distintos temas pastorales que nos preocupan y que encontraron resonancia en Francisco, cuya pasión evangelizadora y reflexión autorizada nos ayudan a discernir nuestro compromiso de pastores para estar presentes, con coraje evangélico, donde nuestros hermanos nos necesitan; y para que nuestra palabra se prolongue en el testimonio abnegado de la entrega”.

Entre los asuntos que se abordaron en la entrevista, calificada extraoficialmente como “fraterna y cordial”, se incluyó la preparación del Sínodo sobre los Jóvenes (2018) y del Sínodo para el Amazonas (2019), cuya primera etapa el Papa inauguró recientemente durante su visita a Puerto Maldonado (Perú). Según lo manifestaron ahora los obispos este sínodo extraordinario “expresa el acompañamiento eclesial y la promoción integral de los pueblos originarios, así como la preocupación por la creación afligida por el maltrato sistemático que la depreda y somete”. Tal como lo había manifestado el obispo Marcelo Colombo tras su paso por Perú, ahora se señala que “este sínodo tendrá resonancias globales y consecuencias para nuestra región en cuanto proclamación de la Buena Noticia del cuidado de la Casa Común, a fin de que sea una tierra habitable para todos”. La iniciativa papal sobre la materia se inscribe en la preocupación expresada en el que ha sido uno de sus documentos más importantes: la encíclica “Laudato si” (2015) sobre el cuidado del ambiente y la “casa común”, considerada también por muchos especialistas como un crítico texto de análisis sobre las relaciones sociales y la economía en la actualidad. 

El encuentro entre Francisco y la Comisión Ejecutiva del Episcopado fue el broche que cerró una serie de reuniones y visitas que los obispos realizaron durante la última semana a distintos organismos vaticanos. Entre sus actividades los obispos incluyeron también gestiones para acelerar las causas de canonización del obispo mártir Enrique Angelelli, asesinado en La Rioja el 4 de agosto 1976 por la dictadura militar, y del obispo de Quilmes, Jorge Novak (1928-2001), firme defensor de la causa de los derechos humanos en la Argentina.