Algo se quebró entre los senadores del PJ y el Ejecutivo provincial. Porque de la buena sintonía y los guiños a la hora de construir un frente opositor, se pasó, al menos desde el lado de los legisladores, a una crítica feroz hacia los funcionarios de la Casa Gris. El líder del bloque justicialista Armando Traferri tiró la bronca porque el gobierno está "apurado" en que la Legislatura apruebe a la brevedad solo los proyectos de su interés. "Te molesta que te quieran llevar de atropellada", se quejó el sanlorencino, quien le trasladó la molestia a dos ministros y a uno de los senadores socialistas. La bancada mayoritaria de la Cámara Alta no acusa recibo de la necesitad del gobernador Miguel Lifschitz de adherir rápido al pacto fiscal. "No son proyectos para aprobarlos de la noche a la mañana, hay que estudiar cuál es el impacto", avisó.

No es solo un tema el que embronca al peronismo del Senado, dice Traferri. Pero el puntapié del enojo para con Lifschitz tiene su nacimiento en las 13 leyes que el mandatario vetó. Desde ese momento, los once senadores pusieron freno de mano y comenzaron a jugar su partido. Y ante la calma, fue el Ejecutivo el que debió acelerar y pedir aprobaciones exprés. Traferri se reunió con los ministros de Gobierno Pablo Farías y de Hacienda Gonzalo Saglione, quienes le manifestaron su "apuro" por sancionar la adhesión al pacto fiscal, y un endeudamiento para realizar obras. 

Pero todavía dura el ruido que los vetos provocaron en la cabeza de los senadores. Y en ese punto, Traferri fue muy duro con Lifschitz. "Vetarle la ley a un legislador, que fue votada por unanimidad, es una falta de respeto, por lo menos por no hablarlo con el autor de la ley. No quiere decir que esté mal vetada, tenés que escuchar los argumentos y darle la posibilidad. En mi caso, me vetaron la construcción de una escuela en Ricardone, no tienen idea lo que están diciendo", alegó el de San Lorenzo, quien de paso se apoyó en el antecesor de Lifschitz para amplificar sus críticas. Los peronistas intentarán dar vuelta los vetos, y para lograrlo necesitan una mayoría especial en ambas cámaras. El PS Miguel Cappiello le concedió, en diálogo con Rosario/12, que salvo una ley, "los demás (proyectos) son todos discutibles".

Pero el peronismo de la Alta dice que se va a tomar su tiempo porque el pacto y el endeudamiento "no son proyectos para sacar de un día para otro".  Sobre el pedido de dinero, el bloque dice que reclama "desde hace tres meses" la rendición por escrito del destino de los fondos, para luego sí autorizar otra etapa de créditos. "Vinieron los ministros y nos contaron, pero no queremos escuchar, queremos la rendición por escrito", avisó Traferri.

Y con respecto al pacto fiscal, asoma una posición compartida entre los senadores del PJ y los diputados socialistas, entre los sectores comandados por el mismo Traferri y el presidente de la Cámara de Diputados Antonio Bonfatti. La de adherir sin apuro, pero hacerlo solo por "compromiso institucional" y no por convicción, como le dijo el PS Eduardo Di Pollina a Rosario/12 hace diez días. "Sí, tengo una mirada similar (a la de Di Pollina), no quiere decir que esté de acuerdo", blanqueó Traferri, quien de todos modos le reprochó al gobernador que no haya consultado a los legisladores provinciales antes de rubricar la "extorsión" que significó el acuerdo fiscal entre presidencia y gobernaciones. "Debería haber sido motivo de consulta antes de firmar un pacto que compromete o involucra a toda la provincia, que después tiene que ratificar la Legislatura. No es `yo voy firmo y después tenés que votármelo`. Hay cosas que no se hacen apresuradas", manifestó el senador.

Su colega socialista Cappiello admitió que mantuvo una reunión con el sanlorencino, donde escuchó su dura postura. El ex concejal de Rosario dijo que "quiere que el consenso salga" porque existen fondos "que no están entrando" a la provincia. "Hay una voluntad de aprobarlo para que nadie pierda, creo que sí, siempre hay que discutir un poco. El Ejecutivo lo necesita con urgencia, con mayor premura", reconoció.