La marcha convocada por el gremio de Camioneros para el 22 de febrero y respaldada por parte de la CGT deja expuesta la fragilidad del triunvirato que conduce la central sindical frente a las políticas económicas y sociales del gobierno de Cambiemos. La disputa interna siguió durante el fin de semana, cuando Hugo Moyano apuntó al “fracaso” del Gobierno y su “falta de respuestas” a las demandas de los trabajadores. Para el triunviro Juan Carlos Schmid –uno de los primeros que se acoplaron a la convocatoria–, no se trata de “una confrontación entre (Hugo) Moyano y (Mauricio) Macri” sino de un “agravamiento de un cuadro de situación” en la Argentina. El bancario Sergio Palazzo también salió al cruce de las acusaciones del Gobierno y sostuvo que “la marcha no es en defensa de Moyano, es en defensa propia” y que “es una medida contra el ajuste”, en medio de un plan de lucha de La Bancaria por la paritaria del sector. En cambio, Rodolfo Daer –hermano del triunviro Héctor Daer, quien se opone a la movilización– resolvió ayer en un plenario de delegados del sindicato de la Alimentación no adherir a la marcha promovida inicialmente por los camioneros.

“Convocamos porque creemos que hay un deterioro muy grande en la situación social, porque la reforma previsional creo que fue un quiebre que terminó marcando diferencias con el campo sindical”, dijo Schmid para explicar la fractura de opiniones y alineamientos en la conducción cegetista. En el debate previo, el triunviro Carlos Acuña (estaciones de servicio) cruzó a Daer, su compañero en la conducción de la central: “Si a Daer lo pusieron para defender a los trabajadores, no puede estar al lado de los patrones”, sentenció ante la postura del dirigente de Sanidad de oponerse a la marcha y privilegiar el “diálogo” con el Gobierno.  

El otro triunviro, Schmid, secretario del gremio de Dragado y Balizamiento y de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), dejó en claro su postura frente a la movilización del 22F y los cuestionamientos del Gobierno: “Nosotros aprobamos un documento que nos acercó un importante número de agrupaciones sindicales y que lo hemos hecho nuestro. Creo que con el correr de los días se va a ir estableciendo con mayor precisión que esto no es una confrontación entre Moyano y Macri, es el agravamiento de un cuadro de situación que merece otro tipo de enfoque y de respuestas por parte del Ejecutivo”, remarcó.

Aunque por fuera de dirección cegetista, Palazzo cuestionó durante el fin de semana los argumentos que vierten desde el oficialismo. “La marcha no es en defensa de Moyano, sino en defensa propia”, sentenció el bancario y aseguró que el objetivo de los sindicatos que adhieren a la movilización (un conjunto que incluye gremios de la CGT y las dos CTA) es “ampliar el margen de confrontación con el Gobierno”.

Desde el oficialismo –agregó Palazzo– “se busca estigmatizar y deslegitimar la acción sindical, porque para el Gobierno el mundo perfecto sería sin sindicatos”. El dirigente confirmó los paros de los bancarios para el 9, 19 y 20 de febrero, ante la propuesta de las patronales bancarias, que ofrecieron un magro 9 por ciento de aumento para la paritaria salarial con sus empleados.

En cambio, Rodolfo Daer se encolumnó con la postura de su hermano Héctor. El sindicato de la Alimentación de Buenos Aires –uno de los más golpeados por cierres de plantas, despidos y suspensiones– rechazó ayer en un plenario de delegados cualquier posibilidad de sumarse a la marcha de camioneros, gremio con el que está enfrentado desde que Rodolfo Daer se convirtió en el secretario general de la CGT alineada con el menemismo, en los ‘90.