“La inflación va bajando”, dijo ayer el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. El Gobierno insiste en que los precios se desaceleran, pese a que la inflación de diciembre fue la más elevada de 2017 y que hubo que cambiar la meta para este año. “El ritmo no es el que queríamos hace dos años, pero la Argentina se está ordenando y va a crecer por segundo año consecutivo”, apuntó. El ministro planteó que las medidas de los últimos dos años, pese a que los datos duros muestran un elevado déficit fiscal, record de déficit comercial, la segunda inflación más elevada del Cono Sur y una de las salidas de capitales más fuertes en una década, están siendo efectivas. “Hay una revolución silenciosa de la macroeconomía y se empieza a armar un círculo virtuoso, con metas fiscales que nos llevan al equilibrio, inflación que está en baja y una economía que se integra al mundo”, indicó. Las declaraciones de Dujovne contrastan con las perspectivas de los economistas de la city, que en el último informe de Relevamiento de Expectativas del Mercado estimaron para 2018 una inflación más alta y un menor crecimiento.