El dólar registró ayer un alza de 14 centavos y se ubicó en 19,95 pesos. A mitad de la jornada la cotización minorista subió por encima de los 20 pesos, aunque las compras de moneda extranjera fueron moderándose con el correr de las horas. La plaza cambiaria dejó bien claro qué implica abrirse a los mercados. La incertidumbre a nivel global, tras las fuertes caídas de anteayer en los mercados mundiales, llevaron a fondos que operan en el país a dolarizar rápidamente sus carteras y aumentaron el nivel de volatilidad del tipo de cambio. Wall Street registró anteayer la peor caída en puntos de su historia, lo que impactó en otras bolsas grandes como Tokio y las de la zona Euro. Es una verdadera incógnita si habrá o no una nueva crisis financiera a nivel internacional. Pero lo que si quedó claro es que, si hay crisis mundial, los efectos serán realmente importantes para el mercado interno argentino, tanto a nivel financiero como real.

La Argentina quedó muy expuesta ante shocks externos. Las políticas de desregulación financiera de los últimos años generaron que los capitales puedan entrar y salir al país sin grandes restricciones (a nivel de impuestos o normativas). Esto resulta positivo en momentos en que hay optimismo de los inversores globales pero provoca enormes tensiones cuando cambia el humor financiero. La salida de capitales entre los países emergentes empieza a ser de las más importantes desde 2016. 

El equipo económico deberá evaluar un plan B. La posibilidad de seguir endeudándose a tasas baratas y acumulando ingresos de capitales especulativos no parece viable en los próximos meses. A esto se suma que el precio internacional del petróleo aumentó en los últimos meses, lo cual profundiza el déficit comercial, y que la fuga de capitales (por atesoramiento privado) es una de las más elevadas en una década. La macroeconomía está endeble y el principal sostén, que es el endeudamiento con acreedores del exterior, no parece ser una  estrategia ganadora para el corto plazo. El Banco Central no intervino ayer en la plaza cambiaria. Las reservas internacionales cerraron en 62.362 millones de dólares, con una suba de 134 millones. La autoridad monetaria sólo consigue acumular reservas por el ingreso de deuda externa.

La bolsa porteña comenzó ayer una nueva jornada con pérdidas pero, a medida que se calmaron las aguas internacionales, hubo un rebote. El MerVal terminó marcando un avance de 1,5 por ciento. La dependencia de lo que ocurre en el país respecto al mundo resulta notable. Algunas de las acciones que más subieron fueron Pampa Energía (6,9 por ciento) Grupo Financiero Galicia (5,1 por ciento) y Petrobras (4,7 por ciento). No todas las acciones lograron recuperarse. Central Puerto, por caso, marcó un descenso del 0,9 por ciento. La compañía no logra levantar cabeza desde su fracaso de oferta pública en la bolsa de Nueva York. El viernes pasado esta empresa llegó a bajar un 18 por ciento. Algunas firmas que iban a empezar a cotizar en Estados Unidos, como la empresa dedicada a bicombustible Bioceres, decidió suspender su oferta inicial para no caer en la trampa de Central Puerto.

La bolsa de Wall Street registró ante ayer su mayor caída en seis años, aunque ayer hubo una recomposición de precios, al avanzar 2,5 por ciento. Los portales financieros internacionales aseguraron que los grandes inversores buscaron marcarle la cancha al nuevo titular de la Reserva Federal, que asumió a inicios de esta semana. Fue una forma de advertir que si toca mucho la política de tasa de interés, la consecuencia será nociva para los mercados mundiales, aseguraron analistas de la city. Ayer, sin embargo, la tasa de interés de referencia a 10 años de los bonos del Tesoro subió a 2,8 por ciento. Las caídas en los mercados financieros globales también se observaron sobre el Bitcoin. La principal criptomoneda del mundo cotizó a menos de 7 mil dólares, cuando a finales del año pasado había anotado un pico de 19 mil dólares. El banco de los bancos centrales, el Bis, aseguró que es conveniente regular las criptomonedas para evitar que haya riesgos sistémicos. Pese a las caídas al comienzo de la jornada, al igual que pasó en la bolsa de Wall Street, el Bitcoin sobre la tarde empezó a subir nuevamente, para marcar avances de más de 8 por ciento. En cuanto al precio de la onza de oro, se ubicó en 1327 dólares, con una baja de 0,6 por ciento. Esta caída muestra una menor presión en la jornada de ayer, puesto que el oro siempre funciona como activo de refugio de los inversores antes tensiones financieras.