Sobre las responsabilidades del Poder Político, los querellantes señalaron que existía “un contexto que habilitaba los hechos de violencia, por las condiciones de sobrepoblación, de malas condiciones en la construcción de los módulos, el tipo de habitación que tenían, algo que nosotros denunciamos desde el principio de la investigación”. Sin embargo, la Justicia resolvió dividir la investigación y todo lo que tenía relación con la responsabilidad del gobierno provincial “se desdobló y finalmente esa causa se archivó”. De todos modos, días atrás, la Fiscalía General tomó en cuenta el argumento de la querella y “esto va a ser investigado nuevamente, pero aclaramos que esto no quita la responsabilidad particular que en cada caso tuvieron los penitenciarios”. 

“Esa noche, hasta los que estaban en los pabellones internos de la Unidad penal 28 abrieron boquetes para sacar a las personas que estaban en la zona incendiada y sacaron con vida a por lo menos tres personas, una de las cuales falleció poco después. Eso indica claramente que hubo mucho tiempo para poder rescatar a las víctimas, pero los funcionarios de la cárcel no lo intentaron, los dejaron morir”. Puntualizaron por lo señalado que “las responsabilidades políticas coexisten con las responsabilidades penales de las 17 personas que llegaron como acusados a este juicio, la mayoría de los cuales han sido absueltos”. 

Sobre el futuro juicio por las responsabilidades políticas, recordaron que “una vez ya fueron absueltos, de manera que hay que ver que es lo que ocurre ahora”. Durante el juicio se escucharon relatos muy fuertes por parte de los internos que lograron sobrevivir al incendio. 

Uno de los sobrevivientes recordó ante los jueces cómo vivió lo ocurrido en la noche del 16 de octubre de 2005: “Hubo represión y empezaron a tirar muchas balas de goma. Uno de los pibes dijo que iba a prender fuego para que no tiraran más. Se cortó la luz y se prendió fuego. Fue todo muy rápido. Sólo pude tirarme al piso y aguantar el aire. Escuchaba los gritos y la desesperación de los pibes. Con las últimas fuerzas llegue a la ventana y me tiraron un balde de agua fría los pibes del pabellón 17, y me taparon con una frazada mojada. De ahí me llevaron a sanidad.”