Los festejos del Año Nuevo chino volvieron a llenar por quinto año consecutivo las calles del barrio porteño de Belgrano, donde más de 60.000 personas se acercaron este fin de semana a participar de un evento que combinó arte, cultura y gastronomía para celebrar el año del Perro de Tierra, el 4716 del Calendario Lunar. Al igual que el año pasado, la gran convocatoria obligó a mudar los festejos del Barrio Chino, en Arribeños y Juramento, a la Plaza de los Parques Nacionales Argentinos, de avenida Figueroa Alcorta y Echeverría, donde se montó un gran escenario para shows y decenas de puestos de comida y de difusión de la cultura oriental. El evento concluyó con un show de fuegos artificiales de 15 minutos para cerrar las celebraciones, que comenzaron con los rituales de la danza del dragón y clavado de pupilas. “Los fuegos artificiales son para ahuyentar lo negativo y traer nuevos augurios al año nuevo. Por eso también se cierra con una danza del dragón, que despierta para celebrar un nuevo año”, explicó Carlos Lin, presentador y vocero de la comunidad china. Los visitantes pudieron encontrar actividades de todo tipo que fueron desde cursos de iniciación al idioma chino hasta competencias de mascotas, con una explicación de por qué la cultura oriental designa un animal cada año. También hubo un desfile de vestidos tradicionales, puestos de venta de comidas y bebidas, objetos de decoración y prendas, exhibición de artes marciales, muestras de caligrafía china y conciertos de instrumentos antiguos. “La propia embajada de China afirma que el festejo del año nuevo en Argentina es el de más convocatoria por fuera de ese país y de la zona del sudeste asiático”, indicó Adrian Varela, director general de Colectividades de la Ciudad de Buenos Aires y uno de los organizadores de la celebración. La particularidad de este año pasó por la primera presentación en el país de 30 integrantes del reconocido Grupo Artístico de la provincia de Zhejiang, especialmente llegado con apoyo de la Embajada china en Argentina. Según Varela, el afianzamiento de la cultura oriental en Buenos Aires ha hecho que este evento tenga cada vez mayor convocatoria. “Las 60.000 personas que contamos no incluyen a las que fueron hasta el Barrio Chino, que estuvo repleto.”