A puerta cerrada y con todo un país expectante, el Congreso Nacional Africano (CNA), gobernante en Sudáfrica desde el fin del apartheid, discute la salida de la presidencia del que era hasta hace poco su líder, Jacob Zuma (foto) pese a que tiene mandato hasta 2019. Los dirigentes del antiguo movimiento de liberación, encabezados por el vicepresidente del gobierno y actual presidente del CNA, Cyril Ramaphosa, se encuentran congregados en Pretoria desde poco después del mediodía, bajo la promesa de zanjar definitivamente esta crisis nacida del rechazo que genera la figura de Zuma, acosado por graves escándalos de corrupción. Ni Zuma ni el CNA se han pronunciado oficialmente todavía, pero este domingo Ramaphosa había asegurado que el desenlace llegaría en la reunión de ayer, que se preveía  larga. “Sabemos que quieren que esto termine”, había recalcado Ramaphosa. Sin embargo, los términos, plazos y condiciones del popularmente denominado “Zexit” se mantienen en secreto, más allá de que todas las señales apuntan al fin inminente del mandato de Zuma. En el CNA empezaron a soplar vientos de cambio desde que Ramaphosa accedió a la cabecera del partido, en diciembre pasado.