Hugo Yasky, diputado y secretario general de la CTA de los Trabajadores, defendió la marcha del próximo 21 de febrero y apuntó contra los sindicalistas que quitaron su respaldo a la movilización, como así también contra los gordos e independientes que ya habían decidido no sumarse a la convocatoria. “Va a quedar chica la 9 de Julio para la bronca que tiene la gente”, aseguró Yasky, al tiempo que criticó a los detractores de la protesta: “Los que supuestamente se bajan de la marcha se bajaron hace rato del compromiso con la clase trabajadora y de la dignidad”. 

Después de que Carlos Acuña, miembro del Triunvirato de la CGT, aclarara que el Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicios no participará de la movilización convocada por Hugo Moyano- aunque si lo apoyaría-, Yasky tensó aún más la interna sindical. Quien fuera uno de los primeros en adherir a la convocatoria de Camioneros aseguró en diálogo con FM Futurock que aquellos que se excluyeron de la marcha “se bajaron de la necesidad de ponerle un límite a este Gobierno que ha sido tan duro y que quiere ser todavía más duro con los más humildes”. 

Al referirse específicamente a Acuña, cargó también contra Luis Barrionuevo, líder del gremio gastronómico. “Lo que no puede explicar Acuña es el volantazo de su jefe político, que en realidad le ha hecho un bien a la convocatoria”, manifestó el diputado y titular de la CTA de los Trabajadores,  quien consideró que su salida “ha sido un aporte invalorable a la credibilidad” de la movilización.”Está bueno que esté claro que el sector de Barrionuevo, que no aporta más que la presencia de un puñado de dirigentes, haya sincerado cómo son las cosas. Necesitamos una línea divisoria de aguas que haga creíbles las convocatorias del movimiento popular”, completó el dirigente. 

En otro pasaje de la entrevista con el programa “A los botes”, Yasky apuntó también contra el sector de los gordos e independientes, que desde un principio se posicionaron como detractores de la movilización propuesta por Moyano. Los acusó de “privilegiar los intereses como individuos y de los aparatos que representan a los de los trabajadores” y resaltó que carecen “de coraje político y convicciones". “Temen los aprietes de la Justicia, del Gobierno, no quieren ponerle el pecho a la adversidad, no quieren someterse a las presiones a las que estamos sometidos todos los dirigentes que en este país denunciamos las atrocidades de una política económica que favorece a los más ricos”, subrayó el sindicalista. 

Para Yasky, la mejor manera de ponerle “un límite” a las políticas económicas de desigualdad del Gobierno es armar “un frente lo más amplio posible en el terreno social y político”. Por eso señaló que el encuentro por la unidad del Peronismo que se celebró en la Umet es “un punto de partida”. “Hay que poner por delante aquellas cosas que puedan servir para tratar que este gobierno, que representa al empresariado más crudo, y que está haciendo tanto daño al tejido social pueda tener un limite”, puntualizó.