El 1-0 que le asestó Lanús a River el último domingo en La Fortaleza –a esta altura, un escenario complicado para los de la banda roja– sumió al conjunto que dirige Marcelo Gallardo en un mar de dudas a dos semanas de su debut copero por el Grupo 4 ante Flamengo en Río de Janeiro. Para muestra basta echar un vistazo a los números, flacos por cierto: el Millonario sumó apenas 6 puntos de los últimos 27 en juego, se ubica 19°, lo separan 19 unidades de Boca y hoy quedaría fuera de clasificación a las Copas. 

Cuando parecía que la victoria ante Olimpo por la fecha 14ª de la Superliga era un aventón para recuperar escalones en la tabla de posiciones, el River modelo 2018 sigue sin aparecer y su evidente bajón futbolístico es más que manifiesto. Por si fuera poco, Lanús le propinó la misma medicina que el año pasado por Copa Libertadores, aunque esta vez sin el VAR. “No jugamos un partido digno”, declaró un adusto Gallardo tras el partido.

Lo cierto es que ésta es la peor campaña de River en certámenes domésticos desde que el Muñeco asumió a mediados de 2014. Pruebas al canto: hace cinco meses que no gana dos partidos seguidos, hoy se encuentra a 14 lugares del repechaje a la máxima cita continental de 2019 y a ocho escalones de la Sudamericana. Un panorama bastante sombrío, que lo obliga a consagrarse tricampeón de la Copa Argentina o a ganar la Copa Libertadores.

En la vuelta a las prácticas en Ezeiza, Ignacio Fernández y Enzo Pérez –reemplazados en el entretiempo el domingo pasado– jugaron para los suplentes. El primero bajó su rendimiento y el segundo no jugará con Godoy Cruz por acumular amarillas. Además se destacó el colombiano Juan Fernando Quintero y el uruguayo Rodrigo Mora volvió a mostrar todas sus ganas y un buen rendimiento; ambos ingresaron en el segundo tiempo ante Lanús.

El Millonario, fiel a su histórico mote, gastó arriba de 20 millones de dólares en este mercado de pases, 14 de ellos en Lucas Pratto, su delantero estrella que nunca jugó 90 minutos y aún no mojó. Entre los refuerzos, la buena es que el arquero Franco Armani mostró en 180 minutos que es más confiable que Germán Lux, que el colombiano Quintero pide pista y que Bruno Zuculini –quien aún no debutó– augura buena compañía para el capitán Leonardo Ponzio en el mediocampo. El gran problema está en la línea de fondo: ahí Gallardo deberá meter mano para recuperar la solidez que el equipo demostró con Gabriel Mercado, Ramiro Funes Mori, Jonatan Maidana –hoy relegado al banco– y Leonel Vangioni en tiempos no tan lejanos.