Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, condenó el fallecimiento del cadete Emanuel Garay, quien murió luego de un entrenamiento extremo en la Escuela de Policía de La Rioja, y pidió al Gobierno una reflexión profunda sobre la formación que reciben los efectivos de las fuerzas de seguridad. “Si formamos a la Policía con crueldad, responde con crueldad también”, advirtió la referente de Derechos Humanos, quien detalló que en vez de tener “la mente sana y propicia para la defensa de otros ciudadanos”, los oficiales optan muchas veces por “sacar la pistola y gatillar”. 

“La crueldad del relato me hizo acordar a los campos de concentración de la dictadura militar. Es aberrante y tiene que ser investigado a fondo para llegar a los máximos responsables”, puntualizó Carlotto en diálogo con FM La Patriada al referirse a la actitud de los cinco cadetes que están siendo indagados por la Justicia. En ese sentido, la titular de Abuelas solicitó que se realice un “cambio general” en la educación de los futuros policías a partir de este caso, tanto a nivel provincial como nacional, para evitar los casos de gatillo fácil -que según Correpi ascienden a 725 durante los dos años del gobierno de Cambiemos-. “El trato de las Fuerzas de Seguridad siempre fue inhumano cuando formaban a los jóvenes, pero hoy el mundo cambió”, completó la referente de derechos humanos. 

Al calificar al fallecimiento de Garay como un caso “parecido al Carrasco”, recordó cómo era el trato de los militares a los jóvenes durante la época del servicio militar obligatorio, cuando los estaqueaban, no les daban de comer y los encerraban en celdas oscuras. “A las familias les decían que murieron defendiendo a la patria pero hoy eso no sirve. Hoy nadie se calla, nadie recibe un cuerpo y no dice nada”, aseguró Carlotto. Ayer el padre del cadete muerto, Roque Garay, denunció que lo llamaron cinco veces para cambiar el acta de defunción de su hijo, fallecido tras permanecer seis días internado por las torturas a las que fue sometido durante el baile de bienvenida. 

La presidenta de Abuelas vinculó el hecho con el episodio que protagonizó el policía Luis Chocobar y con el debate que se abrió respecto a las políticas punitivas que impulsa el Gobierno. No se mostró sorprendida por la actitud del presidente Mauricio Macri, quien recibió al policía que disparó por la espalda al delincuente mientras huía, porque denunció que en definitiva lo que busca es “demostrar que la Policía puede hacer lo que le parezca, matar por la espalda, torturar, realizar estas acciones violatorias de los derechos humanos sin tener que rendir sus actos”. Resaltó que la ministra de Seguridad Patricia Bullrich “está cometiendo disparates” con sus nueva doctrina.

“Es demostrar algo muy preocupante felicitar a un hombre que cometió un delito aberrante y decir 'esa es la Policía que queremos'. La querrá él pero esa no es la que nosotros queremos. Tienen que cuidarnos pero no con el asesinato vil y el aplauso del propio presidente”, remarcó. La titular de Abuelas recordó que el mandatario sí tuvo tiempo para recibir al polémico policía, que está siendo juzgado por la Justicia, pero no a su Asociación. “Las abuelas encontramos vida, nietos perdidos en la nada sin identidad por más de 40 años, pero nunca el presidente se dignó a decir ‘señoras, qué bien’. No nos quiso recibir y luego nos recibió tardíamente en una reunión sin resultados”, subrayó.