El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respaldó ayer públicamente un duro plan de reforma migratoria presentado por un senador republicano que prevé otorgarle el dinero que pide para el muro en la frontera con México a cambio de la regularización de 1,8 millón de jóvenes indocumentados. 

“El proyecto de ley de (Chuck) Grassely cumple con los cuatro pilares del marco de la Casa Blanca”, manifestó Trump en un comunicado en el que pidió a los republicanos y a los demócratas que lo apoyen.

La propuesta de Grassley, que no cuenta con el apoyo necesario para salir adelante en el Senado, coincide con el marco legal sobre inmigración que la Casa Blanca presentó en enero. Ese marco propone la regularización de 1,8 millón de “dreamers” (soñadores), como se conoce a los jóvenes sin papeles llevados por sus padres a Estados Unidos cuando eran niños, a cambio de 25.000 millones de dólares para el muro –y  para aumentar las deportaciones de otros indocumentados– y de un cambio en el sistema de inmigración legal que reduciría drásticamente la misma.

Trump cambiará un sistema basado hasta ahora en la reagrupación familiar por un sistema meritorio y prevé también la eliminación del sorteo anual de 50.000 “green cards”, los famosos permisos de residencia permanente, que se realiza entre ciudadanos de países con baja cuota migratoria en Estados Unidos. Los demócratas se oponen a esas condiciones, aunque han aceptado dar a Trump dinero para su muro.

Altos funcionarios estadounidenses subrayaron ayer que la Casa Blanca ya ha hecho “concesiones drásticas” en el debate sobre inmigración y sugirieron que el presidente no aceptará ningún proyecto de ley que no satisfaga completamente sus condiciones. “Pido a todos los senadores, de ambos partidos, que apoyen el proyecto de ley de (el legislador republicano Chuck) Grassley y se opongan a cualquier legislación que no contenga los cuatro pilares”, dijo Trump en un comunicado. “Eso incluye cualquier proyecto de ley paliativo” que pueda extender la vigencia del programa DACA o proporcionar un alivio temporal que proteja de la deportación a los “soñadores” mientras se negocian otros temas, agregó el presidente. 

El que 5 marzo comenzarán a expirar los permisos temporales de residencia y trabajo de cerca de 700.000 jóvenes sin papeles a los que Barack Obama protegió de la deportación en 2012 con un programa conocido como DACA (Acción Diferida para los llegados en la infancia).