La suba de salarios fue de 27,5 por ciento el año pasado, según el Indec. El número está por encima de la inflación que midió el organismo, del 24,8 por ciento. Llamativamente, quienes resultaron más beneficiados en términos salariales fueron los empleados en el sector no registrado, cuyos salarios redondearon un aumento de 31,5 por ciento, con lo que la ventaja sobre la inflación llegó a los 6,7 puntos porcentuales. En el sector privado registrado, el incremento medido por el Indec fue de 27,3 por ciento, mientras que en el sector público la suba fue de 25 por ciento. Incluso tomando en cuenta los números del Indec, la recomposición salarial durante el año pasado no logra compensar la caída de 2016. En base a los datos oficiales, desde la consultora Ecolatina advirtieron que “la recomposición parcial del salario formal durante el año pasado junto con la magra creación de empleo registrado explican por qué la masa salarial de los trabajadores formales aún no supera el promedio de 2015”. Según el Cifra (CTA), “la caída del salario real en 2016 fue del 6 por ciento en el marco de una elevada inflación traccionada por la devaluación de la moneda y el aumento de las tarifas de servicios públicos”. “Las negociaciones paritarias de 2017, en un contexto de inflación elevada pero de menor nivel que en el año anterior, implicaron un aumento real del 2 por ciento”, agrega el informe.