Por segunda vez en un mes se postergó el comienzo del juicio oral y público por el travesticidio de Amancay Diana Sacayán, destacada dirigente del movimiento trans a nivel continental y colaboradora del suplemento Soy, de PáginaI12. La audiencia, cuyo inicio estaba previsto para el 9 de febrero, fue pospuesto primero para el 16 de este mes y ahora para el 12 de marzo próximo, por decisión del Tribunal Oral 4 de la Ciudad de Buenos Aires. Según lo argumentado por los jueces todavía resta que quede firme la incorporación del INADI a la parte querellante y que sea ratificado “el resultado de la pericia psiquiátrica” del único imputado, Gabriel David Marino, que ya lo declaró “apto para ser juzgado” por el travesticidio, del que participó un segundo hombre, que fue identificado, aunque todavía no se reunieron las pruebas necesarias para llevarla a juicio. El Tribunal también tomó en cuenta “distintos trámite burocráticos que no se han cumplido, y no por responsabilidad de la querella”, le dijo a PáginaI12 Sasha Sayán, hermano de Diana, y principal querellante en la causa.  

La ampliación del peritaje psicológico, solicitado por la defensa de Marino, ya fue realizada por los expertos del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia, con intervención de un perito de parte en representación del acusado, pero el informe final todavía no llegó completo a poder de los jueces. Sasha Sacayán le dijo a este diario que a pesar de esta nueva postergación, a más de dos años del hecho ocurrido entre el 12 y el 13 de octubre de 2015 “en lugar de hacernos decaer nos da más fuerza y nos moviliza para pedirle al Poder Judicial que dicte una sentencia ejemplar y juzgue este brutal caso como un crimen de odio y un travesticidio”. 

Sasha señaló que con la Comisión de Familiares y Compañerxs de Justicia por Diana Sacayán-Basta de Travesticidios “seguiremos trabajando como lo venimos haciendo, para que se haga Justicia por Diana y no haya más travesticidios. Les pedimos a todas y todos que nos sigan acompañando en este difícil y doloroso camino”. Las otras audiencias previstas, fueron reprogramadas para los lunes 19 y 26 marzo, y 9 de abril. Como corría riesgo que la postergación pusiera al límite los plazos de la prisión preventiva que vienen cumpliendo Marino, los jueces del Tribunal 4 resolvieron que se mantenga vigente esa restricción de la libertad hasta el mes de junio de este año. 

Hasta ahora, las filmaciones registradas por las cámaras aledañas a la casa donde vivía Diana Sacayán, más el aporte de testigos que identificaron a Marino, de 23 años, como una de las personas que estuvieron en el lugar entre la noche del 12 y la madrugada del 13 de octubre de 2015. En su momento hubo otros dos sospechosos, uno de los cuales fue dejado fuera del caso, mientras que el otro sigue siendo investigado, pero no llegó al juicio porque no hay prueba suficiente. De la instrucción de la causa sigue firme la sospecha de que hubo al menos dos autores del travesticidio. A sólo dos días del crimen, Mariela Labozzetta, titular de la fiscalía especializada en violencia de género, precisó que se investigaba “a partir de la hipótesis de femicidio, es decir de que la muerte fue en razón del género, por odio de género”. Al principio hubo dos procesados, uno de ellos Marino, identificados por los testigos, por las cámaras de seguridad y por la información registrada en las antenas de celulares. Luego hubo un tercer sospechoso, pero no se pudo avanzar sobre su posible responsabilidad. 

Diana era líder de MAL (Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación) y secretaria alterna de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex para América Latina y el Caribe (Ilgalac). Fue encontrada asesinada en su domicilio del barrio porteño de Flores, con 13 puñaladas y una serie interminable de lesiones. La querella es encabezada por Sasha Sacayán y la representa la abogada Luciana Sánchez del Colectivo Para la Diversidad (Copadi). Sánchez se declaró “conmocionada” por la nueva postergación del comienzo del juicio oral. “Este juicio será histórico porque es la primera vez que la muerte de una compañera travesti es investigada como un crimen de odio y se enmarca en la violencia estructural a la cual son sometidas miles de personas travestis y trans. Es un proceso trascendental por tratarse de la figura de Diana, quien fuera una de las más importantes defensoras de los derechos humanos de nuestro país”, resalto Sasha Sacayan.