Un avión de la compañía iraní Aseman que realizaba un vuelo de cabotaje dentro de Irán se desplomó hoy a 20 minutos del despegue de Teherán y le provocó la muerte a sus 66 pasajeros, informó la aerolínea. El departamento de Relaciones Públicas de Aseman precisó a los medios oficiales que los fallecidos son 60 pasajeros, entre ellos un niño, dos pilotos, dos auxiliares de vuelo y dos miembros del personal de seguridad. El avión, un ATR de veinte años de antigüedad, cubría la ruta interna entre la capital, Teherán, y la ciudad de Yasuy, en el sudoeste del país. El vocero de Emergencias iraní, Moytaba Jaledí, explicó que el aparato desapareció del radar unos 20 minutos después de haber despegado del aeropuerto de Teherán y se estrelló en una región montañosa. El ATR chocó contra una montaña llamada Dena, de la cordillera Zagros, cerca de la localidad de Samirom, en el sur de la provincia central de Isfahan. Las autoridades enviaron helicópteros a la zona del accidente debido a que, al tratarse de una región montañosa, es difícil el acceso de ambulancias. Todo apunta a que el accidente estuvo causado por factores climáticos, en concreto por la niebla y el viento registrados en esa región. Los restos del ATR-72 fueron hallados en esa zona montañosa, pero debido a las malas condiciones meteorológicas y a los difíciles accesos, los rescatistas y los servicios de emergencia aún no pudieron llegar al lugar, informó la prensa local, citada por la agencia de noticias ANSA.