Seccionales bonaerenses de la Unión Obrera Metalúrgica se concentraron ayer por la tarde frente al Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires para repudiar el cierre de una fábrica de Quilmes Oeste y el despido de sus 120 empleados. Las autoridades de la empresa Indelqui, que se dedica a la fabricación de cables para telecomunicaciones, alegaron en las últimas semanas que no pueden competir en el mercado por la política de importación del gobierno de Mauricio Macri y anunciaron la clausura de su planta. Francisco Gutiérrez, referente de la UOM y ex intendente municipal, aclaró que se trata de una ”cuestión de política industrial que derivó en un conflicto laboral”, y aseguró: “exigiremos la continuidad de todos los trabajadores y una reunión con el Ministerio de Producción”.

Ayer los directivos de la empresa se reunieron en el Ministerio de Trabajo para solicitar el procedimiento de crisis y plantearon que si no cambian las condiciones, van a cerrar completamente la planta local. Esta presentación los ampara para suspender a los trabajadores o directamente desafectarlos pagando sólo el 50% de indemnización. Pero rápidamente el sindicato rechazó “la propuesta de ajuste”.

 “Nos dicen que están en un proceso de pérdida de competitividad por la apertura de la importación de cables de alta y media tensión que vienen de Turquía y China, que ponen en jaque a la producción local”, señaló Gutiérrez, quien aclaró que esa situación pone en riesgo también a otras empresas del rubro.

Por ese motivo, dijo que pedirá una reunión al Ministerio de Producción “para discutir la política industrial de importación”. “El martes estaremos nuevamente acá porque no vamos a bajar los brazos”, adelantó frente a la sede de Callao 124.