Tras un año en el que los excesos de las fuerzas de seguridad nacionales quedaron en la mira por las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, y el gatillo fácil policial fue defendido como nueva doctrina por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en el caso Chocobar, el presidente Mauricio Macri decidió ratificar en el discurso de apertura de sesiones ordinarias en el Congreso la política de seguridad de su Gobierno. "Las mujeres y hombres de las fuerzas de seguridad, que se juegan la vida por nosotros, merecen todo nuestro respeto y admiración", destacó Macri y despertó los aplausos de la ministra.  

El Presidente consideró que "persiste una tensión entre democracia y seguridad" y, a pesar de la cerrada defensa que realizó en el caso Chocobar, sostuvo que "no es necesario caer ni en la mano dura ni en el abolicionismos". "Queremos una política de seguridad que ponga en el centro a las víctimas, que respete a las fuerzas de seguridad y ofrezca penas proporcionales a los delitos cometidos", resaltó el mandatario y dijo esperar que "en pocos meses" se presente el proyecto de reforma del Código Penal y el Código Procesal.   

Para mostrar los logros de la gestión Bullrich, Macri se refirió a las 300 toneladas de droga incautada en el último año y pidió que se avance en la ley de "extinción de dominio", que deje en manos del Estado las propiedades de los grupos del narcotráfico.  Además, Macri aseguró que se redujeron un 11 por ciento los robos y un 20 por ciento los homicidios en los últimos dos años.