San Lorenzo superó ayer a Olimpo por 2-0 en el Nuevo Gasómetro y retomó la senda del triunfo en la Superliga, donde quedó a diez puntos del líder Boca. Con destacadas actuaciones de Nicolás Reniero y Fabricio Coloccini, el Ciclón se aprovechó de un débil rival, que se hunde en el descenso.

Con la convicción de que éste era el partido indicado para volver a la victoria, San Lorenzo (venía de tres encuentros sin ganar) salió a atacar desde el inicio a Olimpo. Es que los bahienses no sólo llegaban en zona de descenso y con siete derrotas en sus últimos ocho partidos, sino que, además, contaban con una formación con varios juveniles: cinco jugadores sub-23, destacándose entre ellos el arquero Guido Villar, que hacía su presentación en Primera División. Como contraste, del otro lado Claudio Biaggio apostaba por los históricos del club: Mercier (38 años), Romagnoli (festejó ayer los 37), Coloccini (36), Caruzzo (33) y Navarro (32).

Pero el debutante arquero bahiense sería el gran responsable de que Olimpo aguantase un surrealista empate durante una primera parte donde el Ciclón atacó constantemente, aprovechando la floja labor del sector derecho de la defensa bahiense. Fue un festín el que se hicieron Reniero y el lateral Gabriel Rojas por esa banda, a través de los desbordes del primero y los centros del segundo. Reniero –que venía de marcar el agónico empate en el clásico frente a Huracán– demostró ser el revulsivo que necesitaba San Lorenzo, de apagado rendimiento durante 2018 (un triunfo y tan sólo tres goles a favor en seis encuentros). Parte de ese apagón ofensivo se debió al flojo momento de Nicolás Blandi. El goleador de los de Boedo llegaba con siete encuentros sin marcar y tuvo varias oportunidades para hacerlo en el primer tiempo, pero entre la mala fortuna, la propia impericia y el arquero bahiense se lo impidieron.

Del otro lado, Olimpo no hacía más que aguantar el resultado y desperdiciar los contados contraataques que le surgieron. Finalmente, el milagro bahiense del empate llegaría a su fin cuando, a los 55, una mala salida desde el fondo permitió que Reniero habilitara a Nahuel Barrios para que éste le rompa el arco al digno Villar. Minutos después, a los 67, llegó el 2-0. Franco Moyano la metió en el área, Reniero picó habilitado y con un notable pase de pecho le permitió a Blandi romper su maleficio personal y volver al gol. El resto del encuentro sirvió para que San Lorenzo busque sin éxito la goleada y para que Coloccini se luzca en cada mano a mano que tuvo con los atacantes bahienses.

Con este resultado, entonces, el equipo del Pampa recuperó la distancia de diez unidades con Boca. Mientras que para los bahienses, la única buena noticia que se llevaron de Boedo fue la sorprendente goleada de su equipo de Reserva por 7-0 a su par, que es el puntero de dicho campeonato.