El secretario de Comercio de EEUU, Robert Lightizer, confirmó que Washington exceptuará a Argentina de los nuevos aranceles del 25 por ciento para el acero y del 10 para el  aluminio, mientras se tramita el pedido de revisión hecho por Buenos Aires. La misma medida se extenderá a Brasil, la Unión Europea, Australia y Corea del Sur, por lo cual los nuevos aranceles que la Casa Blanca impuso por “razones de seguridad nacional”, y que entrarán en vigencia mañana, afectarán fundamentalmente a China, el gran productor mundial de ambos metales, teniendo en cuenta que Canadá y México estaban exceptuados a priori.  

Al hablar ante la comisión de Finanzas del Senado, Lighthizer aseguró que las exenciones se aplican “a los dos socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (México y Canadá). También a la Unión Europea, Australia, Argentina y Brasil, y evidentemente también a Corea del Sur”, completó el funcionario. 

Lighthizer había informado previamente ante la comisión legislativa que el gobierno de Donald Trump decidiría recién a finales de abril qué países quedarían al margen de los aranceles al acero y al aluminio. En el ínterin el propio Mauricio Macri llamó a su colega republicano y envió a dos altos funcionarios a Washington para solicitar que la Argentina fuera exceptuada de la medida mientras, en Buenos Aires, los misnistros de economía del G20 alertaban acerca de los riesgos de desatar una guerra comercial a nivel global. 

Tras la conversación telefónica entre ambos mandatarios, la Casa Blanca emitió un comunicado en el cual confirmó que “los dos líderes discutieron los aranceles potenciales” al acero y al aluminio y que coincidieron en “mantenerse en contacto para fortalecer” lo que Washington definió como una “sólida relación bilateral”.