Los líderes de las dos Coreas volvieron a tener un cara a cara en el proceso de deshielo entre ambos países. Fue la segunda vez que se vieron Monn Jae-in, presidente de Corea del Sur, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un. Ambos analizaron los compromisos de paz en la zona desmilitarizada.

La cita duró dos horas y se dio luego que se aliviaran las tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos, que llevaron a que la Casa Blanca anunciara la suspensión del encuentro de Donald Trump con Kim, que se había anunciado para el 12 de junio y que el presidente norteamericano canceló por las críticas lanzadas desde Pyongyang. Un día más tarde, el mandatario dijo que aún es posible ese encuentro.

"Consideramos afortunado que las brasas del diálogo entre Corea del Norte y Estados Unidos no se apagaran del todo y estén reanimándose de nuevo", dijo un vocero surcoreano. Sobre el contenido de la reunión de este sábado habrá que aguardar. Moon informará en Seúl a las 22 de hoy, hora argentina.

Corea del Sur promovió el acercamiento con su vecino del norte, en una política inédita en la región tras la división de la península de Corea en dos países, separados por el paralelo 38 en 1953 como consecuencia de la guerra de Corea. En el norte se estableció un régimen comunista, que aún perdura, encabezado por el abuelo de Kim y que técnicamente continuó en estado de guerra con Corea del Sur. El armamento nuclear de Kim generó tensiones y choques por Twitter con Donald Trump hace pocos meses, cuando parecía imposible que hubiera una mesa de negociaciones.