El jueves pasado la participación de Elisa Carrió en el debate por la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo fue breve e histriónico. En una sesión que comenzó el miércoles al mediodía, la socia fundadora de Cambiemos sólo permaneció en el recinto unos minutos en las primeras horas del jueves. No escuchó las exposiciones y tampoco dio los argumentos de su voto en contra del derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Después de aquella fugaz participación en el recinto, hoy dio a conocer un documento dirigido "a los desesperanzados" con algunas desconcertantes impresiones sobre el tema.

La diputada posteó una carta abierta en la que se expresa sobre la media sanción que el jueves recibió el proyecto de ley que permite a interrupción voluntaria del embarazo y, también, sobre del desplazamiento de los ministros Juan José Aranguren (Energía) y Francisco Cabrera (Producción) que el gobierno comunicó ayer, sin que quede claro el vínculo que la chaqueña establece entre esos dos temas.

“Los cambios y manipulaciones de votos en la cámara de diputados por la madrugada mostraron lo peor de la política mediocre y corrupta de los últimos años”, afirma la diputada sobre un debate histórico en el que legisladores de casi todas las fuerzas trabajaron de modo colaborativo y transversal. Un clima de camaradería que se generó a través de los meses de debate y que quedó plasmado por ejemplo en el abrazo entre las diputadas Lucila De Ponti (Peronismo para la Victoria) y Silvia Lospennato cuando esta última finalizó su discurso.

En la carta Carrió no explicita los argumentos por los cuales votó en contra de la despenalización y legalización del aborto. Tan sólo adelanta que esta semana explicará su “posición filosófica, ética y política respecto a lo sancionado en diputados”. Es desconcertante que diga que el proyecto permite “un aborto a los 8 meses de gestación con una simple declaración jurada”, cuando en verdad el proyecto establece el límite de catorce semanas para la interrupción del embarazo y extiende los plazos en los casos en los que, desde 1992, el aborto es no punible de acuerdo a causales.

“Sé que las mujeres mueren pero voy a votar no”, fue días atrás su única reflexión sobre lo debatido durante casi 24 horas en el Congreso, y después de dos meses de audiencias en las que participaron más de 400 expositores. “No hablé durante la sesión para preservar la unidad de Cambiemos” fueron sus palabras al salir del recinto luego de que 129 legisladores votaran a favor y 125 en contra del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito.

En ese momento, Carrió prefirió no hacer uso de la palabra y después de conocer el resultado se fue a los gritos y con una amenaza hacia el interior de su fuerza política: “la próxima rompo”. Horas antes había posteado la foto de una capilla con la frase: “No es necesario hablar, solo la oración que es la debilidad de Dios y el poder de los hombres” a modo de reafirmación de su ya conocida posición antiderechos.