A solo un día de haber asumido, el ministro se puso a tono con el discurso del oficialismo sobre las consecuencias que traerían la crisis financiera y el acuerdo con el Fondo Monetario. “Esto es una sala de guardia”, dijo, y anunció que su cartera esboza una serie de “cuestiones regulatorias temporales” para que las pequeñas y medianas empresas puedan “mantener la fluidez de la cadena de pago y bajar el impacto de la tasa de interés” fijada por el Banco Central.

Lejos de aquellas promesas de Gabriela Michetti sobre la ventura de la economía argentina, que llegaría en el segundo semestre de 2016, Sica se sinceró: "El segundo semestre será mucho más difícil”, sostuvo durante una entrevista por radio Continental.

Además, indicó que pese a la continua caída de la mayoría de los índices de producción durante los últimos dos años, “no estamos ante una recesión” económica. Eso sí, prometió, “a fin de año vamos a tener una economía que va a crecer aunque muy por debajo de las expectativas”. Al menos será así, concluyó, “hasta que podamos retomar la senda”.