En la antesala a una nueva cumbre de ministros de Finanzas y banqueros centrales del G-20, sindicatos, organizaciones sociales y académicos lanzaron en Buenos Aires un espacio alternativo denominado Pueblo-20. “A una década de la primera reunión de Jefes de Estado del G-20 convocada en Washington para enfrentar de manera coordinada la crisis global, las principales economías mundiales no han logrado articular una respuesta satisfactoria en términos económicos, sociales, ambientales ni productivos”, advierte el comunicado difundido ayer al enfatizar que “los problemas distributivos se han profundizado y han sido el caldo de cultivo para el avance electoral de partidos políticos que expresan falsas soluciones a los problemas de nuestros pueblos”. 

 El fin de semana se reunirán en Buenos Aires los equipos económicos de los miembros del G-20 para avanzar en las discusiones sobre los distintos tópicos que guiarán el encuentro. El evento contará con la participación de la mandamás del FMI, Christine Lagarde. “El sistema financiero que incubó la implosión de 2008 se encuentra fortalecido y recargado y ha alimentado una nueva burbuja especulativa de deuda global, que creció un 74 por ciento, de 97 billones a 169 billones entre 2007 y 2017, que pone en riesgo a la economía mundial”, advierte el comunicado oficial del P-20. Los representantes de las distintas organizaciones de América Latina, África, Europa y Asia que estuvieron presentes en la “contracumbre” remarcaron ayer que “reducir la desigualdad depende de decisiones políticas y soberanas de los pueblos, que son ignoradas por los líderes del G-20”. 

El comunicado del P20 cuestiona los abusos canalizados a través de las guaridas financieras y fiscales. “Consideramos necesario tomar medidas para la regulación y la transparencia financiera y fiscal: control fiscal de las empresas transnacionales, eliminación del secreto bancario, regulación de las estructuras societarias e instrumentos financieros opacos”, recomiendan.