El ex vicepresidente del Banco Central Lucas Llach reconoció errores en el diagnóstico y en la aplicación de la política monetaria. “La lección que me llevo es que es muy difícil hacer intervención cambiaria en países tan volátiles porque la información va cambiando todo el tiempo”, dijo. El economista agregó que “el dólar a 20 pesos por ahí era visto como muy caro en un momento, pero después el mercado lo ve en 22 pesos, y después 22 también resulta poco”. 

 El ex funcionario dijo que hubo una falta de pericia para manejar la corrida cambiaria. “Cuando el dólar empezó a subir hubo algunas intervenciones del Central que no fueron exitosas y eso tuvo algún efecto sobre la credibilidad”, mencionó. No obstante, defendió la gestión de Federico Sturzenegger al frente de la entidad. “En un país como el que nos gustaría es bueno que el presidente del Banco Central no cambie tanto. Pero en uno tan inestable como la Argentina, tuvo la sabiduría de dar un paso al costado”.

 Llach reconoció que la gestión del Central también cometió errores con el manejo de las Lebac. “Fue incorrecto hablar de la tasa  anual cuando en realidad es mensual. Una tasa de 40 por ciento anual es más o menos un 3 por ciento mensual. El que invierte en Lebac hace la cuenta si cree que el dólar va a subir más de 3 por ciento en el mes o no”. Aseguró además que “la tasa en 40 por ciento es altísima. Pero se trata de una tasa que todo el mundo sabe que es para una situación de crisis financiera. Es temporal e irá tranquilizándose a medida que se calme la situación cambiaria.”. 

 El ex vicepresidente aclaró que “la tasa tampoco puede ser muy baja porque si uno quiere combatir la inflación no conviene (una disminución pronunciada)”. La idea de enfrentar el proceso de precios del mercado interno con altas tasas fue uno de los elementos que generó las mayores críticas contra la anterior gestión. Las tasas elevadas generaron un fuerte endeudamiento con las Lebac pero no colaboraron para frenar el proceso inflacionario en el mercado interno.

 El último punto que Llach reconoció como un error fue “no haber participado más en las metas de inflación” fijadas por el equipo económico, las cuales fueron ambiciosas, sobre todo en el primer año. El economista aseguró además que “eso nos puso en un lugar donde, si bien la inflación bajaba, la percepción era que estábamos fracasando al no cumplir el objetivo fijado en las metas”.