Con el debate por la interrupción legal del embarazo, tomó impulso la campaña para la separación de la iglesia y el estado y también las iniciativas de apostasía. El mismo 8 de agosto, en la Facultad de Humanidades, una joven que se había contactado con Apostasía Colectiva llevó algunas solicitudes a la vigilia que siguió desde Rosario el debate en el Senado de la Nación. La carta que Analí Macuglia había pedido a Apostasía Colectiva –y cualquiera puede bajar de http://www.apostasiacolectiva.org/-- indica que “ha sido la actitud desplegada en estos últimos meses por la Iglesia Católica argentina en el debate público sobre la legalización del aborto voluntario lo que me ha decidido a romper de manera definitiva todo vínculo formal con la Iglesia Católica Apostólica Romana”. En esa carta, se solicita que “todo registro relativo a mi persona actualmente mantenido por la Iglesia Católica Apostólica Romana sea eliminado de inmediato”. Esa carta, con el nombre, número de DNI, y datos de la diócesis donde la persona fue bautizada, se entrega en Arzobispado. El tema está en plena ebullición: ayer hubo una reunión en La Toma para lanzar la campaña de los pañuelos naranja (#IglesiaYEstadoAsuntoSeparado) y el sábado próximo se prepara una apostasía colectiva. Para más datos, se puede consultar la página Apostasía Colectiva Rosario.

Antes del 8 de agosto, Analí tomó la iniciativa, consiguió el formulario, armó un evento en Facebook y se ofreció a llevar las solicitudes al Arzobispado. Analí y su novia Juana Gorz iniciaron la movida considerando que era “importante acompañar, porque nos hacemos más fuertes juntes. La idea era mientras estamos escuchando el debate, darnos de baja a la iglesia católica. Ese día fue muy difícil encontrar un lugar donde acomodarnos por la cantidad de gente”, relató Analí. Hubo un malentendido y muchos se quedaron sin su formulario, por eso ella los recibió unos días después. Una vez que tuvo los 34 formularios, los llevó al Arzobispado de Córdoba y España (Córdoba 1677) y los entregó. Le rechazaron 19 y las otras las fueron respondiendo positivamente. Si la institución no se comunica con la persona que apostasía, se puede iniciar un trámite judicial. “La cuestión de que sea colectivo tiene mucho más peso”, expresó Analí que junto a Juana tienen una banda de pop oscuro llamada Espantosa Desgracia y hacen música feminista, anarquista, antimacho, antifacho. “Creemos en el hecho de hazlo tú mismo y organizate y lucha”, dijo Analí. Esa noche, la del 8 A, que para Analí fue “hermosamente terrible”, hubo “buena convocatoria a pesar del frío y de las personas que fueron más temprano y no nos encontraron, hubo muchas personas que no vieron el evento y se enteraron ahí mismo”. En su evento Apostasía Colectiva 8 A – Rosario, Analí publicó los horarios de atención del Arzobispado de Rosario. De 9 a 12, se puede llevar la carta personalmente.

Para Analí, lo más interesante fue percibir la alegría que la decisión provocaba en la gente. “Muches estaban re contentos, tanto los que ya sabían de la actividad como los que se encontraron ahí con el cartel. Estaban re contentos de que alguien lo active. Algunos decían que hacía mucho lo querían hacer pero les daba paja, muchos se limitaban por sus padres, porque necesitás los datos de bautismo”. Analí es periodista free lance y Juana, su novia, es diseñadora. En Facebook se las puede encontrar como Pobre Piba y Trasho. “Esos perfiles son nuestro alter ego donde hacemos cuestiones periodísticas, de diseño, donde mostramos nuestro laburo”, relató Analí. Además de la banda, tienen una feria en la que hacen pins y remeras feministas, que pueden encontrarse en instagram como @delfin.fansclub.